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MOTOSAN | MOTOGP, MOTOCICLISMO Y COMPETICIÓN. "Life is Racing"

La única Puch Terremoto de la historia

30 Mar. 19 | 11:00

¿Qué hace una Puch Terremoto en una glorieta de un pueblo de Portugal? Antes de nada, no busques más. No hay más Puch Terremoto que la de la foto, y esta es su historia.

En los años 50 y 60 las carreras de motos se celebraban en las calles de los pueblos, enmarcadas en sus fiestas locales. Calles reviradas, mal asfalto y adoquines eran el escenario de duelos entre aficionados locales que por una pequeña inscripción luchaban por un premio. Las balas de paja en la única protección en caso de accidente, en ocasiones mortales. En aquella prehistoria motociclista, pilotos como Ángel Nieto, destacaron en las carreras de pueblo antes de triunfar en los circuitos mundialistas.

Durante los 90, la mayoría de estas carreras se extinguieron salvo excepciones como las míticas de La Bañeza y la pionera de Xátiva. La mayoría desaparecieron por razones evidentes. Las motos se hicieron potentes, y la seguridad era nula. Otras se convirtieron poco a poco en circuitos controlados, como Spa y posteriormente reducidos como Brno o Assen.

Foto: MotoGP

Desapareció el peligro, pero también se extinguió el espíritu aventurero del motociclismo de competición. Es cierto que quedan los circuitos, pero no es lo mismo. El aire a valentía que se respira en la Isla de Man, por ejemplo, no corre por los circuitos tradicionales.

La nostalgia no es siempre buena, porque nos ancla en el pasado. Es obvio que en los tiempos pretéritos éramos más jóvenes y muchas veces eso es lo que nos lleva a añorar, por ejemplo, cierta música, cierto cine, cierta moda. No hay más que mirar a todo lo relacionado con aquello de “yo iba a la E.G.B”, como si todo hubiera sido bueno.

Pero hay cosas que, desde mi objetividad, si eran mejores. Por una parte, lo puramente mecánico, por otra, lo amateur. Lo mecánico tiene un algo de auténtico que se pierde con lo electrónico y lo informatizado. Lo amateur tiene un aire de innecesario, de no voluntario que mi cabeza relaciona con la pasión y con la devoción, tan alejada de la obligación como el motor de un Lotus 49 del de un Toyota Prius.

Foto: Garett Mizunaka

Team Full Gas

Una de las cosas que me ha dado mi foro es amigos, muy buenos amigos. Unos de ellos son unos verdaderos aficionados a ambas cosas. Buscando cómo competir de la forma más cercana a lo mecánico y lo amateur, se enrolaron en el mundo de la regularidad. Con un Renault 5 TX recorrieron esas carreteras ya viejas cuando el coche salió a la venta en el año de ‘Naranjito’. Y viendo que era bueno, decidieron buscar algo con el mismo espíritu pero sobre dos ruedas. Buscaron por aquí y por allá, hasta que finalmente lo encontraron. ¡Vaya que lo encontraron!

Descubrieron que las carreras de motos organizadas en torno a las fiestas de los pueblos siguen celebrándose, pero no en nuestro país, sino en el vecino Portugal. Una de ellas, la Xassos Urban Cup, se celebra desde 2008 en Fontes, una freguesia portuguesa del concejo de Santa Marta de Penaguião de poco más de 1000 habitantes, situada cerca del Duero. La carrera es una prueba de resistencia de tres horas, para motos de 50cc con una antigüedad mínima de 22 años, celebrada en un circuito urbano, 70% asfalto, 30% adoquín, con una zona rápida y una mixta, que diría el maestro Nieto.

Subida del Cruzeiro

Mis amigos formaron el Team Full Gas y recompusieron una Puch Carabela de los años 80 sacada de un contenedor, con lo mínimo para poder correr. Se inscribieron y partieron para Portugal. La pusieron el apodo de ‘la Terremoto’, y así la registraron:

nome da motocicleta – preguntó el portugués.

Terremoto – contestaron.

Qual é a marca? – requirieron desde la inscripción.

Puch – afirmaron.

Con la ‘Puch Terremoto’ inscrita, se dirigieron a la plaza del pueblo, prepararon una paella e invitaron a todos a degustar un plato de arroz. Fueron bienvenidos. A la vuelta, todo eran elogios para la aventura. Los portugueses encantadores, la fiesta delirante y la carrera mítica. Al año siguiente repitieron con la ‘Terremoto’, y para 2011, formamos dos equipos: el Team Full Gas con una Derbi Copa y ‘la Terremoto’ de repuesto, y el Lago Ness Team, con una Derbi Antorcha de tres marchas del setenta y pico tuneada para la ocasión.

El tuneo fue, como son estas cosas, sin querer queriendo. La cosa empezó con una “Campeona del Mundo” de serie, pero abrimos el motor y la falda del pistón estaba rota. Cambiamos el pistón, pero una cosa llevó a la otra y, tras el pistón llegó un cilindro, luego un cigüeñal, escape… En la parte ciclo, los amortiguadores estaban reventados, la horquilla hacía tope sin carga, sobraba peso, etc. Bueno, el caso es que la moto acabó modificada por completo. Si os interesa el proceso de modificación lo podéis seguir aquí.

Presentación de la Derbi Antorcha R: “La Perrillo”

Xassos Urban Cup 2013

Los dos equipos con las tres motos salimos para Portugal y tras varias horas nos plantamos en nuestro destino. Esa misma tarde se podía rodar por el “circuito” para conocerlo. Nosotros queríamos además, decidir con que piñón corríamos, porque con tres marchas, debíamos controlar bien las cuestas, y ya habíamos oído hablar de la cuesta infernal. Salimos a rodar, la moto iba fina, fina. Corría mucho y quizá ese fue el problema. Cilindro de carreras, carburador Amal de 16 y ‘tubarro’, forzaron demasiado el motor y rompió. Todo el trabajo de un año tirado por la borda.

La rotura cayó como una bomba sobre el equipo. Desmoralizados, en un último intento desmontamos el motor con una pequeña esperanza, pero duró poco. El eje del selector del cambio se había partido. Hablamos con el mecánico de la organización, analizó la situación y su diagnóstico fue el esperado. La única solución era un eje nuevo. Pensamos en que nos hiciera uno allí mismo, pero no daba tiempo. Fin de la carrera.

Por suerte, los miembros del Team Full Gas llevaban dos motos y no por suerte, son buenos colegas. De ahí que, en un alarde de generosidad, nos cedieron la vieja ‘Terremoto’ para correr. Nunca agradeceremos lo suficiente aquel gesto. La depresión era máxima, pero después del ofrecimiento y tras la paella de rigor, la noche de fiesta fue mítica.

La Puch Terremoto

Una carrera pasada por agua

Llegó el día de la carrera y amaneció lloviendo. El asfalto parecía un río, pero los adoquines parecían hielo. Salida tipo Le Mans. Yo salí en el primer turno y apenas se veía. Tras la primera vuelta iba memorizando el circuito: recta de boxes, chicane de boxes, bajada de la muerte, “el crunch”, eses buenas, subida del Cruzeiro, eses chungas, el raspón, cuesta del infierno, columpios, recta de atrás, bajada de la fotógrafa, chicane de atrás, 1ª de la obra, rampa de la obra, 2ª de la obra, parabólica y entrada en meta. Por cierto, aquí tenéis una vuelta on board de uno de los miembros del Team Full Gas.

Todo a full. La paja de las balas terminaron desparramadas por el suelo, los adoquines patinaban una barbaridad, el mono pesaba del agua. Hacía frío. Turno, tras turno, la ‘Terremoto’ aguantó, no como la Derbi Copa de nuestros colegas que se ahogó por el agua que despedía la rueda delantera.

Al final, independientemente de la posición, el triunfo fue aguantar el frío y el cansancio. Si hubiéramos dormido un poco más, igual habríamos estado un poco más frescos. Ganamos el trofeo a los llegados a más distancia, recogiendo el testigo de nuestros colegas a los que les doy las gracias una vez más.

Epifumi en ‘la Terremoto’ bajo la lluvia

Rotunda dos Xassos

Yo no corrí más, pero el Team Full Gas compitió un par de veces más. En su año de retirada, decidieron donar ‘la Terremoto’ al museo de los Xassos de la ciudad. Las autoridades locales hicieron una vitrina enorme para la moto y la colocaron en una glorieta en el pueblo dedicada a lo mecánico y lo amateur, es decir, a los Xassos, al Team Full Gas y a la única Puch Terremoto de la historia.