El kit de transmisión o kit de arrastre es una parte totalmente imprescindible en cualquier vehículo. La parte motora genera el movimiento pero ese movimiento sin nada que lo transmita a la rueda es un movimiento que se pierde, por eso necesitamos un sistema de transmisión que traslade toda la potencia.
Corona, cadena y piñón. Son tres elementos para los que nos preparan desde pequeñitos cuando empezábamos con unas diminutas motos en las que pedalear y mantener el equilibrio. Todo motero se encuentra en algún momento con la necesidad de cambiar el kit de arrastre de su montura, ya sea por desgaste o por querer mejorar el rendimiento de la moto.
Desgaste o prestaciones
Lo primero que hay que tener claro es si debemos cambiar el kit porque supone un riesgo para nuestra seguridad y la de la moto o simplemente queremos invertir en piezas de mejor calidad y mejorar alguna característica.
Para saber si el paso de los kilómetros ha hecho mella en nuestro sistema de transmisión tenemos varios chivatos. La corona es la parte más “blanda”, la que antes se deteriora. Si los dientes están más desgastados por un lado que por otro no hay lugar a duda. Si no se aprecia muy bien la diferencia nos podemos fijar en si están muy afilados, es otro indicador de que va siendo hora de buscar nuevas piezas.
Una cadena también nos da pistas de su deterioro. Cuando no hay margen de tensado o los eslabones se van quedando pegados sabemos que ha llegado a su fin. Aunque hay que tener una cosa clara. Si un elemento ha sufrido desgaste hay que cambiar el kit completo.
También puede ser que a nuestro sistema le queden muchas horas de vuelo, pero queramos exprimir un poco más a nuestra compañera de viaje. En ese caso deberemos alterar el desarrollo. De serie viene conformado para las especificaciones óptimas para el mayor público posible, pero nosotros somos moteros y somos diferentes.
- Reducir el numero de dientes en el piñón (o aumentar los de la corona) nos dará más aceleración pero sacrificaremos la velocidad punta
- Aumentar el número de dientes en el piñón (o reducir los de la corona) nos aportará el efecto contrario. Salidas más lentas pero más Km/h
Siempre que cambies el desarrollo ten en cuenta comprar una cadena con eslabones de más, podrás cortar justo donde necesites.
Características:
Vale, ya sé de cuantos dientes quiero mi piñón y corona, pero ¿qué es eso del paso? y ¿es mejor reforzada que super reforzada?. Hay más características que definen un sistema de transmisión y también vamos a identificarlos.
Vamos por partes, el paso nos indica el calibre o el grosor de los eslabones. La mayoría de las motos del mercado tienen un calibre entre 418 y 535. Cuanto mayor es el número mayor es la resistencia y esto lleva consigo un aumento de la fricción y disminución de potencia a la rueda.
También se diferencian según si los eslabones llevan o no retenes. Los retenes impiden que entre la suciedad y el polvo haciendo más duradera la cadena. Como casi todo en esta vida, a algo bueno le acompaña algo malo. Las cadenas con retenes son algo más pesadas y en situaciones extremas también suponen mayor rozamiento.
Y por último están los materiales de distintas calidades. Esto supone una gran diferencia entre una cadena del mismo grosor, en duración y precio. Existen cadenas básicas, reforzadas y super-reforzadas. Esto abre un abanico de posibilidades a la hora de elegir tu nuevo kit de arrastre.
Mantenimiento
No nos podemos olvidar del mantenimiento. Sea cual sea la cadena, corona y piñón que elijamos, deberemos mantenerla limpia y engrasada para que dure lo máximo posible. Para este cometido lo mejor siempre es usar productos de buena calidad y recomendados por expertos para conseguir que las partes de nuestra moto no sufran daños y duren lo máximo posible.
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