Rossi ha vivido toda su vida en el paddock con Uccio Salucci, su amigo de la infancia, como escudero. Con motivo de la última temporada de piloto de Valentino, Salucci ha rememorado momentos de su amistad con el campeón.
Rossi es uno de los pilotos que cambió la forma de vivir el motociclismo. El piloto de Tavullia empezó su carrera a principios de los 90, debutando en el campeonato europeo siendo mucho más joven que el resto de la parrilla. “La primera carrera de verdad, con motos grandes, Vale cayó dos veces. Grazia dijo: ‘Mejor si nos vamos a casa’. Hubo momentos de tensión deportiva. Pero en el Campeonato de Europa, por ejemplo, Vale dio miedo. Otra carrera que recuerdo es en 1995. Allí pensé: ‘Oh, realmente tiene que ser piloto’. Tenía 15 años, había pilotos importantes en el CEV, y los seguía, era rápido”.
El futuro campeón del mundo no tardó en mostrar su fuerza en el mundial, y consiguió su primer podio en Austria, durante su año de debut. “Nos emborrachamos de anís, bebimos dos vasos. Éramos las personas más felices del mundo. Ya era un momento en el que mucha gente estaba alrededor de Vale”, recuerda Uccio. Salucci convirtió posteriormente su ayuda a Valentino en un trabajo, que ha estado haciendo hasta este mismo año. “A mi papá le dije: ‘Me voy con Vale a Malasia y Japón’. ¿Adónde vas? Me hace. Vas a trabajar a Pesaro, te lo digo”, recuerda el italiano. “Lo volvería a hacer todo. A partir de los 16 años, cuando cogíamos el scooter. Lo mejor era ir a bailar; no éramos gente de discoteca, lo divertido era la ruta Tavullia-Riccione”.
Uccio y Rossi han forjado una relación que les llevó a ser una dupla indivisible en el paddock, y que formaron desde bien pequeños. “Grazia [Graziano Rossi, el padre de Valentino] tenía una cross 85, lo mantuvo bajo llave en el garaje, no quería que lo usáramos. Un día, mientras no estaba allí, logramos que se fuera. Ocurre así: Vale lo pone en marcha, da una vuelta por la casa. Extremadamente exaltado. Entonces es mi turno. Doy la vuelta, salgo de la esquina y veo llegar un Volvo blanco: es el Grazia”, recuerda Salucci a Men on Wheels.
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