Desde que allá en el año 1973, Ted Simon se lanzara a dar la vuelta al mundo en una Triumph Tiger de la época, relatándolo en su libro Los viajes de Júpiter, la lectura sobre viajes en moto ha cambiado mucho.
Aventura
El boom del fenómeno aventura llegó a su clímax hace ahora quince años, cuando Ewan McGregor, con su amigo Charley Boorman, decidieron proponer a una productora el hacer un viaje dando la vuelta al mundo en moto. Con el viaje de circunvalación del globo, harían una serie documental. Dicho y hecho: el rollo aventura llegaba a nuestras pantallas inundándonos de deseos de abandonar el sofá, dejar a la pareja, el trabajo y lanzarnos a la carretera como si no nos importara nada más en la vida.La serie tuvo un gran éxito, e incluso secuelas hoy en día.
Trail
Pero quien verdaderamente se ha lucrado con el fenómeno aventura han sido los fabricantes de motos, los cuales han visto como un mercado reducido a cenizas a finales de los 90, ha crecido en los últimos años tanto como el de los scooters. Sí, me refiero a las Trail. No deja de ser chocante el vernos con traje, casco tipo Adventure y maletas metálicas, por medio de la ciudad para ir a trabajar. Es inevitable pensar: “Anda, no te rías que lo mismo vive en Senegal, el pobre”. Pero el chiste real llega cuando tú sorteas todo obstáculo enlatado en el atasco con tu moto y él ha de aguantar con los maletones detrás de los coches.
El mercado trail y más su rama aventurera, ha visto proliferar enormes motos de 200 y muchos kilos que, salvo excepciones, se convierten en meros utilitarios o motos de turismo asfáltico, en el mejor de los casos. Qué pelotazo dio BMW cuando Ewan y Charley, eligieron la GS para dar la vuelta al mundo. Y qué frustrante debió ser para KTM, cuando vieron el resultado, ya que el fabricante austriaco rechazó la propuesta de la productora de realizar el viaje. Juntemos este hecho relatado con el declive de la venta de motos deportivas. Como resultado tenemos a casi todas las marcas con una gama “maxi trail”, en la que la menos equipada lleva toda la electrónica que imaginemos.
Simplicidad
Sin embargo, creo que para dar la vuelta al mundo, fin absoluto de una moto de este tipo, lo menos adecuado es una trail maxi tecnológica. La fórmula de menos es más, tiene todo el sentido cuando lo último que necesitas son más complicaciones. Si no, que se lo pregunten Gustavo Cieslar, quien dio la vuelta al mundo con su pequeña Yamaha YBR 125 (http://www.re-moto.com/ ). O a los hermanos Trascasa, quienes no hace muchos años viajaron en Vespa, desde Burgos hasta Kazajstán (http://www.elmundoenmoto.es/ ). Si realmente lo que quieres es viajar en moto, lo de menos, es tu montura. Otro claro ejemplo, si cabe más extremista, el de Sjaak Lucassen, quien dio la vuelta al mundo con una Yamaha R1.
Nómadas
Permitidme solo mencionar de pasada a Miguel Silvestre, Charlie Sinewan, o Alicia Sornosa, por nombrar a alguno de nuestros aventureros. Ellos, en parte sin llegar a quererlo, han hecho de este modus operandi su modo de subsistencia. También sin intención, no han hecho mas que darle más continuidad en nuestro país al fenómeno aventura. Bien por sus canales de Youtube, libros escritos relatando los viajes, o incluso Miquel con su programa en La 2 “Diario de un nómada”, hacen que sigamos empapándonos de sus vivencias por todo tipo de lugares.
¿Suerte o valentía? ¿Suerte de vivir la vida que tantos quieren vivir? ¿O valentía de dejarlo todo para lanzarse a la aventura? Querido aventurero de sofá: soñar es gratis. Disfruta de tu maxi trail en el atasco, el fin de semana o de vacaciones, pero piensa seriamente lo de dejar las maletas en casa si las llevas vacías.
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