Álex Márquez vive un nuevo sueño. El pequeño de los hermanos se ha convertido en el primer piloto en ser campeón de Moto3 y Moto2 tras ganar su segunda corona en el Gran Premio de Malasia
Lo tenía a tiro de piedra. Al menos después de la opción de Australia. La sexta posición de Phillip Island había dejado a Álex Márquez unas opciones mucho más asequibles para ser campeón del mundo cinco años después de su primera corona en el mundial, allá en 2014, en Valencia, con su título de Moto3. El pequeño de los Márquez ha hecho ayer, 3 de noviembre, historia una vez más y con un hecho que su hermano mayor, Marc Márquez, nunca podrá conseguir: ser el primer piloto de la historia de este campeonato en ser campeón de Moto2 y Moto3 -en aquel entonces, cuando Marc corría y ganó la categoría inferior, todavía se denominaba por 125cc-.
Con todo esto y sus cinco victorias de la temporada, a Álex Márquez le valió con ser segundo. Y es que a pesar de que su máximo rival Thomas Luthi le seguía cada vez más de cerca y Brad Binder dominaba la carrera, el de Cervera supo mantener la calma y la presión que fue acumulando durante la temporada para acabar la carrera como un claro campeón del mundo, regalando a España su título número 52 y con todo un país pegado a la pantalla, haciéndoles partícipes de un capítulo más en la historia de estos hermanos -que han sido campeones en los mismos años 2014 y 2019- y disfrutando de una celebración que quedará para la historia, haciendo ver el amor y la complicidad que ambos se tiene dentro y fuera de los circuitos.
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