El piloto catalán repasó antes de pasar por quirófano en Motociclismo.es cómo veía su moto y qué sensaciones tenía de cara al Mundial.
Todo hace indicar que Marc Márquez no volverá a correr en MotoGP este 2022. Tras decidir que debía pasar de nuevo por quirófano, el piloto catalán única y exclusivamente piensa en recuperarse al 100% y volver a la pista la temporada que viene. La intervención fue bien, ya está en su casa y poco a poco empezará con la rehabilitación. Antes de todo ello, en Motociclismo.es, hizo un repaso de cómo había empezado la temporada: desde los problemas de la Honda hasta la dificultad actual de adelantar en MotoGP.
Unos problemas, los de Honda, que en pretemporada no se notaron mucho. “Yo era de los que decía que la moto pintaba muy bien, pero que solo era la pretemporada. Hay que entender que la manera cómo se pilota en un test no es la misma a cómo pilota en una carrera, porque no hay tanta goma en el asfalto y por tanto menos grip. En Qatar fue bastante bien para ser un circuito que a mí no me gusta ni se adapta a mi estilo, pero a la que hemos llegado a circuitos europeos… Ahí es donde nos está costando más de lo normal y donde tenemos que seguir trabajando y encontrar ese punto. Siempre he dicho que es una moto que tiene potencial”.
Lo que en su momento el propio Márquez dejó claro y, Gran Premio tras Gran Premio corroboramos todos, es que el resto de fábricas han mejorado mucho respecto a la Honda. “Este año ya se esperaba un salto grande en todas las MotoGP. Honda cambió el concepto por completo, haciendo una moto totalmente nueva porque cuando hay sequía de resultados se buscan soluciones. El objetivo era hacer una moto para todos los públicos, basada en los comentarios de todos los pilotos Honda, incluido el mío, por supuesto. La Honda es una moto muy nueva, con una gran evolución y desarrollo por delante, y si damos con la tecla con pequeños cambios donde tenemos el problema, daremos un paso adelante muy importante”.
Algo que también es palpable en todas las carreras es la falta de adelantamientos. O, más bien, la complejidad de realizarlos. “Ahora se ha implementado con el ‘start device’ trasero, que hace que las aceleraciones sean mucho más rápidas y se emplee toda la potencia de la moto. ¿Qué significa esto? Que las rectas sean más cortas, que los rebufos se noten menos, que las frenadas sean más cortas, pero más intensas. Y en definitiva, pasa todo en menos tiempo. No puedes adelantar porque si lo intentas, o te llevas puesto al que hay o te vas largo. Yo soy de los pilotos que siempre he tenido facilidad en adelantar y cada vez me cuesta más”.
Para arreglar dicho problema, Márquez mira a la Fórmula 1. “Este año los coches van un poquito más lentos y eso la gente no lo nota. Si tú haces 1 segundo por vuelta más despacio eso no se percibe. Los aficionados lo que quieren es ver adelantamientos, ver batallas como la de Estoril en WSBK. Si lo miro como un aficionado, es una cosa a replantearse de cara a un futuro. Y no la tenemos que decidir los pilotos, ni los equipos; porque no se pondrán de acuerdo. El que tiene mejor aerodinámica no querrá que se la toquen o el que tenga mejor dispositivo de salida o más motor. Así que este cambio tiene que venir del que manda, el campeonato, que tiene que tomar decisiones al respecto”.
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