Marc Márquez habla sobre su hermano, Álex Márquez, como su compañero de vida y valora su situación como líder de Moto2 de cara a conseguir su segundo campeonato de mundo. El pequeño de la dinastía volvería a coronarse cinco años después
Podría ser un año histórico de nuevo para el motociclismo español y mundial. El pasado 2014, en Valencia, los hermanos Márquez hicieron historia coronándose como campeones del mundo en una misma temporada, un hecho que parecía imposible que pudiera volver a darse en el motociclismo. “Puede que nunca se vuelva a repetir”, comentaban gente cercana a los dos pilotos a Pablo Motos en la visita de los hermanos al Hormiguero.
Pues las estadísticas están para romper una vez más. La dinastía Márquez ya tiene la primera corona en el bolsillo, la del mayor de los hermanos que ya es campeón del mundo por octava vez en su carrera. Habrá que esperar un poco más para la segunda corona de Álex Márquez, aunque parece que el pequeño de la familia lo tiene encarrilado y está concentrado en la cuatro últimas carreras que le quedan, con un objetivo claro y por el que tiene que ser constante en pista. Una caída podría cambiar todo de repente.
“Tiene que saber gestionar la presión”
Marc Márquez habló sobre la relación con su hermano menor y su situación de cara al campeonato de Moto2 el pasado martes en el Campus Repsol, celebrándo su octavo título con su principal sponsor y dando una extensa rueda de prensa ante los medios allí presentes: “Mi hermano está trabajando, está un año muy bueno también. Se está ganando a pulso el campeonato pero quedan cuatro carreras donde tiene que saber sacar lo mejor de si, donde tiene que saber gestionar la presión. Por mi parte no le voy a poner más presión de la que ya tiene, si no que simplemente lo disfrute, esté lo más concentrado posible y que lo intente. Luego si lo intentas y no sale al menos la conciencia está tranquila”.
“Yo creo que es mi mayor ayuda y yo soy la suya. Los dos nos ayudamos mutuamente, sobre todo en casa. Entrenamos juntos para prepararnos cien por cien. Somos hermanos, pero también profesionales, en el circuito cada uno tiene su entorno dentro, su equipo, sus problemas y los intentas solucionar con tu equipo. Si que en casa es una gran ayuda”, comenta el mayor de los Márquez.
“No hay fiesta de momento, no hay fiesta organizada. Lógicamente no es por ponerle presión pero preferimos esperar a ver qué pasa, a ver si Álex nos da una buena noticia, una alegría pero bueno, a parte de eso, tampoco hay tiempo. Ahora nos marchamos a Japón, tres carreras seguidas y físicamente tienes que estar bien. Si lo celebramos, lo celebramos bien. A ver cuando toca”, explica Marc Márquez.
“Ser el hermano de es una presión extra”
“Ya dije este año que si tuviese que cambiar que él ganase el título de Moto2 y yo quedara segundo, lo haría. Está claro que está trabajando de la mejor manera, intentando sacarlo. Quieras o no, mucha gente se piensa que ser el hermano de o el hijo de ayuda y yo creo que es al contrario. Creo que pone esa presión extra, ese foco de atención, siempre te puedes sentir juzgado o cuestionario. Él se ganó un sitio en Moto3 siendo campeón, se lo ha ganado todos estos años en Moto2, siempre teniendo eso en la espalda de que le comparen con el hermano pero él lo sabe llevar muy bien. Está claro que nosotros le vamos a ayudar”, zanja el piloto de Honda.
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