Detrás del ‘fenómeno’ de Marc Márquez hay un nombre: Santi Hernández. Es su jefe de mecánicos, su mano derecha. El hombre que cuida cada detalle de la Honda para conseguir una simbiosis perfecta entre la máquina y el talento del campeón del mundo de MotoGP. En cada GP desde 2011, Hernández pasa más horas con Marc que sin él. Por eso el técnico es la persona indicada para hablar del piloto de Cervera.
Santi Hernández, en una entrevista para Motosprint, explica que, a sus ojos, Marc Márquez es “despierto, inteligente, ambicioso y, sobre todo, un piloto que se divierte sobre la moto”. Además, destaca su “calidad como persona”, porque es algo que “ayuda notablemente dentro del box”. “Cuando las cosas van bien es fácil sonreír y crear una buena atmósfera. Pero cuando vienen temporadas complicadas emerge la calidad y profesionalidad de Marc. Siempre digo que si fuésemos un equipo de fútbol, él sería un gran capitán. Porque en los peores momentos no pierde la sonrisa y anima a todo el mundo. Pocos pilotos lo hacen”, afirma el técnico.
“Márquez tiene cosas de todos los grandes pilotos”
A pesar de llevar ocho años juntos, Hernández se sorprende “cada día más” con su piloto. “Piensas que lo has visto todo, pero siempre se saca un conejo del cilindro”, explica. “Su evolución constante y sus ganas de aprender me fascinan, admiro su mentalidad y sus ganas de seguir creciendo”, añade. La trayectoria del ingeniero en el mundial es muy amplia, pero aún así asegura que Márquez es “distinto a todos los demás”. “Es como si tuviese elementos de todos los grandes que le precedieron”, puntualiza. “Es como si hubiésemos creado al piloto perfecto en un laboratorio”, insiste. Hernández ha trabajado con Álex Crivillé, Valentino Rossi, Max Biaggi, Alex Barros o Sete Gibernau entre otros, pero, según él, Marc “es diferente”.
En el GP de Aragón, si hubiese escuchado a su cabeza, se habría conformado con el segundo puesto, pero siguió a su corazón, persiguió la victoria y venció. Queda claro que en todo lo que hace Marc manda el corazón.
“Mi papel en el equipo es el de ayudarle a nivel técnico, darle consejos para mejorar, pero cuando sale a pista solo le digo que no cambie, que solo sea Marc Márquez”, explica el mecánico. “Porque así ha conseguido todo lo que ha conquistado, no se debe cambiar para parecerse a otros, ya que siendo él mismo en la pista y fuera de ella es como ha llegado a ser grande”, añade. Ser uno mismo para Márquez no es otra cosa que perseguir lo que le diga su corazón. “Por ejemplo, en el GP de Aragón, si hubiese escuchado a su cabeza, se habría conformado con el segundo puesto, pero siguió a su corazón, persiguió la victoria y venció”, cuenta. A pesar de ello, aclara que “es evidente que es un chico muy inteligente y despierto, tal y como demuestra su manera de interpretar las carreras”. Por ello a pesar de que “manda el corazón”, el cerebro y los cálculos “no faltan nunca”.
Las caídas: para ganar “hay que tomar ciertos riesgos”
Una de las cosas que ha marcado las últimas temporadas para Marc Márquez han sido las caídas. La búsqueda continua del límite y el empuje para ser más rápido han llevado al español a caerse más de lo que acostumbraba. Hernández explica que el piloto tiene “muchas ganas de vencer” y para eso “hay que tomar ciertos riesgos”. “En ese sentido el riesgo tiene su lado positivo, pero obviamente también está la otra cara de la moneda, las caídas”, añade. A pesar de todo, esto le sirve para “entender dónde está el límite”, algo de lo que otros pilotos huyen pero de lo que el actual campeón del mundo de MotoGP “siempre aprende”. “Su personalidad y su ADN llevan implícito el ir siempre al límite, ya sea en entrenamientos o en la carrera”, concluye.
Entre las lecciones que Márquez aprende al caerse está la de aprender a salvar caídas. “Cuando te caes con frecuencia aprendes muchas cosas, como a identificar la señales que anticipan una caída”, explica el ingeniero. “El instinto de Márquez, además, es excepcional, eso no se aprende”, añade.
Ir “año a año” para llegar lejos
Tras conseguir su quinto mundial de MotoGP, siete en total, la leyenda de Márquez parece no tener un límite. Pero en la mente de todos los que contemplan las hazañas del piloto español rondan los números de Rossi (9 mundiales), Ángel Nieto (12+1) o Giacomo Agostini (15). A pesar de ser consciente de ello, Santi Hernández rehuye a las comparaciones y prefiere ir “año a año”. “Acabamos de conseguir el séptimo título, que aún estamos saboreando, y luego pensaremos en cómo repetirlo”, afirma. No obstante, reconoce que “sería maravilloso” llegar a los 12+1 títulos de Nieto, aunque para conseguirlo deben “mantener los pis en la tierra y ponerse objetivos a corto plazo”.
En el camino se han encontrado y encontrarán diferentes rivales, como la poderosa Ducati, que durante 2018 fue, probablemente, la mejor moto. “La Ducati es una moto excelente”, asegura el técnico. Añade que “han sacrificado la búsqueda de resultados a corto plazo para mirar al futuro, construyendo una gran moto”. “A día de hoy es una moto que puede luchar por el mundial”, afirma. “Los resultados de pilotos que llegan a Ducati de otras marcas también confirman la calidad de la máquina y el buen trabajo de una fábrica que ha tenido la paciencia de sembrar para ahora recoger los frutos”, concluye.
En el motociclismo, sin embargo, el piloto es muy importante. Según Hernández, “un 60%” del éxito es fruto del trabajo del piloto. Es por eso que afirma que “sin duda” Honda ha encontrado en Márquez su piloto perfecto. “Si miras los resultados de los últimos años, miras dónde está Márquez y dónde está la segunda Honda, encuentras la respuesta”, afirma.
Fortaleza mental y nuevos retos en 2019
Además de su capacidad para pilotar la moto, el de Cervera es “muy fuerte” mentalmente. Hernández explica que es una cualidad “fundamental” en cualquier deporte. “La cabeza te hace remontar, te hace reaccionar en los momentos difíciles de la carrera”, afirma. “Marc es fuerte y muy seguro de sí mismo”, añade.
Finalmente, con la mirada puesta en 2019, cuando Jorge Lorenzo llegará al box de HRC, el que ha sido la mano derecha de Márquez desde 2011 asegura que “no notará la diferencia”. El método de trabajo en su lado del box “no cambiará a causa de la presencia de un piloto distinto a Dani Pedrosa”. Y es que desde que el 93 llegó a MotoGP en 2013, siempre había tenido al mismo compañero de equipo. Para Hernández “solo cambia el número”. Seguirá habiendo el mismo enfrentamiento entre dos pilotos con las mismas armas e idénticas ganas de vencer.