Izan Guevara se llevó su primera victoria en la categoría intermedia, confirmando que, aunque él lo sabía, tenía el potencial para conseguirlo.
Izan Guevara, en declaraciones recogidas por nuestra compañera Alba Casares, hace balance de su primera victoria en Moto2 como un punto de inflexión tras dos años muy duros marcados por las caídas, la falta de confianza y la dificultad de adaptación a la categoría intermedia. Explica que el salto de Moto3 a Moto2 fue mucho más complicado de lo que parecía desde fuera: no entendía el neumático delantero de Dunlop, pilotaba forzado y llegó a dudar de sí mismo, aunque sabía que su talento seguía ahí.
La importancia de esta primera victoria en Moto2. «Tiene muchísima. La verdad es que es brutal la sensación que tengo actualmente en el cuerpo. Tan solo quiero disfrutar ahora mismo con mi gente, con la que no ha dejado de confiar en mí. Fueron momentos difíciles, pero al final con mucho trabajo todo llega en esta vida. El inicio no fue nada fácil. Tuvimos caídas fuertes cuando empecé en Moto2. No entendía los neumáticos, sobre todo el delantero de Dunlop, caía y no entendía nada«.
El salto de Moto3 a Moto2 fue más complicado de lo que parece. «Fueron inicios difíciles porque perdí mucha confianza en mí. Sabía que no se me había olvidado pilotar, pero tampoco sentía ese feeling de hacerlo natural, iba muy forzado. Ha sido mucho trabajo, sobre todo en silencio, en casa. Gino apostó mucho por mí de cara este año, Yamaha también y el plan BluCru. Estoy súper agradecido a este gran equipo, hemos creado una piña dentro que es brutal. Me he sentido súper bien acogido. Todo suma y al final, cuando todo suma, todo llega«.
Mucho trabajo en silencio
¿Ha sido un trabajo sobre todo mental? «Sí. Yo subí muy fuerte de mente, pero esto aún me ha hecho mucho más fuerte de mente. No miraba nada de lo que decían de mí, siempre me centraba en mí, en trabajar. Se decían a veces barbaridades, pero yo iba a mi bola, sabía lo que era capaz de hacer. Si yo fui capaz de hacerlo en Moto3, sabía que iba a ser capaz de hacerlo en Moto2. Solo requería un poco de tiempo para entender las cosas de verdad y tener un equipo ahí que de verdad creyese y apostase por mí«.
Holgado intentó atraparle, pero sin éxito. «No he estado muy pendiente atrás. No he mirado en ningún momento ninguna vuelta para atrás. Sabía que era Holgado, al final en el dash board lo veía, me lo mandaba mi equipo. He visto esa diferencia y he dicho, va, venga, va, que lo tenemos, faltan pocas vueltas. Pero veía que empezaba a recortar, a recortar«.
«Sabía que no tenía más porque el neumático ya estaba pasando factura. He empujado durante toda la carrera en un ritmo bastante bueno porque ya hacía viento y se notaba. A la vez físicamente estaba brutal. Sabía que, si llegaba Holgado, tenía ese potencial y ese físico para poder lucharle esa victoria. Sobre todo, yo me centraba en defenderle mucho los interiores. Entonces, he sido capaz de darme esa victoria«, continua Izan Guevara.
La confianza de Gino Borsoi
Empezó el fin de semana con un par de caídas muy fuertes. «Arrancamos el fin de semana con muy mal pie. En el FP1 en tan solo dos vueltas tuve dos caídas. Una por aceite, pero la segunda fue bastante fuerte saliendo de la 4, un highside bastante bestia. Tuvimos que ir al hospital por protocolo para hacer un TAC, pero yo sabía que no había nada importante«.
El dolor se olvida cuando bajas la visera. «Sentía en mi espalda una pelota que me hacía tope. Mis mecánicos para ir de cara al FP2, al practice de la tarde, tenían que levantarme la pierna porque yo no era capaz de llegar a subirme a la moto. Luego te pones el casco y ese dolor desaparece. Ya me pasó en Austria cuando me cogí los dedos, básicamente, que se me abrió el guante. Así que, nada, la verdad que dolor cuando me pongo el casco, nada«.
La figura de Gino Borsoi. «Para mí, es una persona que me ha dado muchísimo. Apostó por mí ya en Moto3 del Junior para subir con Aspar. Vio mi potencial enseguida. Cuando pasaba eso en Moto2, él seguía creyendo en mí y poca gente creía; pocos equipos ya estaban interesados en mí. Entonces, él me dijo, Izan, yo sé que tienes ese potencial, así que sigue conmigo y lo sacarás«.
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