Con el paso del tiempo vemos como los escapes de nuestra moto empiezan a oscurecerse por la acción de distintos agentes ambientales que afectan su brillo.
Sin embargo, existen formas prácticas, algunas económicas, para devolver el brillo a esas partes o piezas distinguidas que dan un carácter especial a las motos. Lo primero es desmontar la pieza en su totalidad, ya que nos facilitará el trabajo y los acabados son mucho mejores. Pulir sobre una pieza montada puede ser molesto y dar mucho trabajo, además que no se obtienen los resultados esperados. Luego, como hemos venido repitiendo en trabajos anteriores, es importante limpiar profundamente la pieza para eliminar toda suciedad de polvo o grasa.
Utilizando pasta de pulir
La más conocida y practicada viene siendo la utilización de pasta para pulir marrón y pasta para pulir azul, para esto además necesitarás un taladro o amolador (esmeril) con un disco de pulitura (no de corte) y un pedazo de trapo o tela.
El primer paso, una vez que ya hemos limpiado y secado todo el tubo de escape, es aplicar una buena cantidad (según sea el tamaño) de pasta para pulitura marrón y distribuirla en todos los espacios con ayuda del esmeril o taladro, cuidando de que el disco esté cubierto con el pedazo de tela.
Así, vamos puliendo poco a poco y sin aplicar mucha presión todos los espacios del escape y empezaremos a ver cómo va adquiriendo una tonalidad negra u oscura, producto del aluminio que estamos puliendo. Este proceso hay que repetirlo un par de veces para obtener mejores resultados. Una vez que ya hayas pulido por completo la pieza con la pasta marrón, es hora de iniciar el mismo proceso pero con la pasta azul.
Aquí debes cambiar el trapo o pedazo de tela y colocar uno nuevo para que así no se mezclen ninguna de las dos pastas. Con la pasta azul se hace el mismo procedimiento, conservando la paciencia y cuidando de no aplicar mucha presión sobre la pieza.
Una vez que ya hayas repetido este proceso en para de ocasiones, solo queda limpiar la pieza con un nuevo trapo y notarás el cambio que has dado, devolviendo así el brillo y el aspecto a nuevo al tubo de escape.
Pulitura casera
Si no contamos con mucho dinero, también existe una forma “casera” de darle brillo al aluminio y que también ofrece muy buenos resultados. Para ello necesitamos vinagre, sal y harina. Para empezar el trabajo, debemos mezclar el vinagre con la sal y la harina, cuidando que mantenga un aspecto líquido y esté sin grumos.
Luego, aplicamos esta mezcla con un trapo o pedazo de tela por toda la pieza y dejamos que actúe por espacio de 15 a 20 minutos, posteriormente retiramos el producto con agua y listo. Si bien el resultado no es igual al que se obtiene con el proceso hecho con la pasta de pulir, realmente le da un buen acabado y brillo a nuestra pieza.
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