El fabricante de cadenas D.I.D. cuenta con una innovadora y patentada tecnología para una mayor durabilidad de sus productos.
Si pensamos en marcas de cadenas, seguro que todos pensamos en D.I.D. La empresa situada en Portland cuenta con décadas de experiencia en el mundo de la competición y fuera de él. Un largo viaje que le ha llevado a posicionarse como una de las empresas referentes del sector, con la más alta calidad e innovación en sus materiales.
Desde la meticulosa selección de materiales hasta las complejidades de la fabricación, los productos de D.I.D. buscan la excelencia en cada detalle. Pilotos como Valentino Rossi, actual embajador de la marca, han confiado en D.I.D. durante sus años de carrera y para los proyectos futuros dentro del VR46.
Tecnología patentada X-Ring
En el corazón de DID se encuentra la innovadora y patentada tecnología de sellado con anillo en X. Conocido también como anillo cuádruple, esta innovación eleva la durabilidad de las cadenas estableciendo nuevos estándares de rendimiento en la carretera y en la pista.
Las cadenas D.I.D. con tecnología X-Ring mejoran la eficiencia del sellado y previenen que las cadenas se tuerzan antes de tiempo, gracias a una mayor superficie de sellado y contacto. También ayuda a prolongar la vida útil del sello, al tener un coeficiente de fricción más bajo.
Éxito en el mundo de la competición
D.I.D. desarrolla su tecnología en el mundo de la competición. Desde Motogp al mundial de Supercross y Motocross, sus pilotos son los mejores ingenieros y probadores del buen hacer de la marca japonesa. Por ello, los productos de D.I.D. están probados para funcionar en motos de todas las cilindradas, favoreciendo una transmisión de la potencia óptima en todo momento.
No solo cuentan los materiales
Si buscamos disfrutar de nuestras motos al máximo, no sólo es importante contar con los mejores materiales. Desde D.I.D. también hacen hincapié en la importancia de un buen mantenimiento de las cadenas, atendiendo tanto a la lubricación como a los tiempos de reemplazo.
Entre los puntos más importantes, destacan la lubricación de la cadena cada 500 km, manteniendo así las juntas tóricas en buen estado y la revisión del estiramiento, evitando tener un exceso de rigidez o puntos de oxidación. Unas revisiones que nos evitarán pasar antes de tiempo por el taller.
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