La colaboración entre FMI, Dorna, FIM Europe y EMG Eventi define un camino claro desde el CIV Femenino y el Europeo hasta el FIM Women’s Circuit Racing World Championship
La Federación Italiana de Motociclismo ha presentado un proyecto ambicioso y estructurado que marca un antes y un después en el desarrollo del motociclismo femenino de velocidad. Bajo el nombre Roadway to FIM Women’s Circuit Racing World Championship, la iniciativa establece por primera vez un itinerario deportivo coherente que permite a las pilotos progresar desde los campeonatos nacionales hasta el escenario mundial con un objetivo claro y alcanzable.
El proyecto nace de la alianza entre la FMI, Dorna Group, FIM Europe y EMG Eventi, promotora tanto del Campeonato Italiano Femenino como del Europeo. Todas las partes comparten una misma visión: crear una base sólida de formación, competitividad y visibilidad que facilite el salto al Mundial femenino de SBK sin depender únicamente de oportunidades puntuales o invitaciones aisladas.
Un camino deportivo definido
El eje central de esta nueva estructura es la definición de un recorrido lógico y progresivo. La base se sitúa en el CIV Femenino, primer escalón competitivo, desde el que las mejores pilotos pueden acceder al Campeonato Europeo Femenino. A partir de ahí, el objetivo final es el FIM Women’s Circuit Racing World Championship, integrado dentro del universo SBK.
Este planteamiento permite a las pilotos crecer en un entorno conocido, con niveles de exigencia crecientes y con una lectura clara de cuáles son los pasos necesarios para llegar al Mundial. Para nosotras, se trata de un avance clave en términos de planificación deportiva y profesionalización.
Acceso directo al Mundial
Una de las grandes novedades del proyecto llegará en 2026. La ganadora del Campeonato Europeo Femenino obtendrá una plaza garantizada en el Mundial femenino de la temporada siguiente, siempre que cumpla con los requisitos reglamentarios establecidos por el organizador. Este premio convierte al Europeo en una auténtica antesala del WorldWCR y refuerza su valor competitivo. Se trata de un incentivo real, medible y muy potente, que ofrece a las pilotos una meta concreta por la que luchar durante toda la temporada, con la seguridad de que el rendimiento deportivo tiene una recompensa directa.
Unificación técnica con la Yamaha R7
El proyecto también incorpora un cambio técnico relevante. A partir de la próxima temporada, tanto el Campeonato Italiano Femenino como el Europeo abandonarán la categoría 300 para adoptar la Yamaha R7, la misma motocicleta utilizada actualmente en el Mundial femenino. Este modelo ya ha demostrado su competitividad, con títulos recientes para Ana Carrasco y María Herrera. La unificación de la montura permite reducir la brecha técnica entre campeonatos y garantiza que las pilotos lleguen al Mundial con una adaptación previa real, tanto a nivel de pilotaje como de puesta a punto y gestión de carrera.
Apoyo económico y formación
Para completar este ecosistema de crecimiento, el programa contempla premios específicos destinados a las pilotos más destacadas y a las campeonas tanto del CIV como del Europeo. Este apoyo económico busca aliviar parte de la carga financiera que supone competir a alto nivel y facilitar la continuidad deportiva de los proyectos más prometedores.
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