Álvaro Bautista (Talavera de la Reina, 21 de noviembre de 1984) ha vuelto a Ducati esta temporada de WorldSBK, puesto que en 2019 cuando debutó con la firma italiana le fue muy bien y en Honda no fue tan buena la experiencia. El toledano, que decidió hacer su retorno, está ahora mismo líder del campeonato y acaba de hacer un triplete en Montmeló, circuito que conoce y le gusta. En su camino a ser posiblemente campeón, todavía quedan las citas de Portimao, Argentina, Indonesia y Australia.
Motosan. Resume con 3 palabras la primera mitad de tu temporada.
Álvaro Bautista. Difícil solo con tres palabras (risas). ‘Performance’, diversión y lucha.
M. ¿Con qué carreras se queda en lo que va de 2022?
ÁB. Es difícil escoger una, porque han sido todas muy batalladas, muy bonitas, muy buenas. No sé, a lo mejor una especial fue cuando volví a ganar. En la Superpole Race de Aragón volví a ganar después de dos años difíciles. Creo que esa es muy especial, por eso porque a nivel emocional ha sido una carrera muy emocional para mí. Porque bueno, podía demostrar que era competitivo, que podía volver a ganar y fue muy importante para mí a nivel mental, no de creérmelo, pero de decir ‘vale’. Yo sabía que podía ser competitivo, que podía luchar por ganar y mira, lo he conseguido.
M. De los circuitos que quedan, ¿dónde cree que podrá sacar más provecho?
ÁB. Sinceramente, creo que los tres peores circuitos del calendario han sido los tres que ya hemos pasado; Donington, Most y Magny-Cours. Pero sinceramente me esperaba que iba a ir peor, no a nivel de resultados sino a nivel de sensaciones, velocidad, rapidez… Pero hemos sido capaces de ser competitivos, entonces esto me hace ver que los circuitos que nos quedan ahora tampoco es que tenga alguno de decir ‘aquí vamos a estar mejor’. Hemos sido capaces de ir bien en los difíciles, no creo que en los que vienen ahora, que yo creo que son menos favorables que los que hemos pasado. Portimao me gusta, Argentina gané el año pasado… Indonesia es donde no tengo referencias con la Ducati, pero no es una pista muy difícil tampoco, y bueno Australia es una pista donde siempre he ido rápido. Es difícil elegir un circuito porque tal y como está este año hay mucha competencia y está todo muy igualado.
M. Un lado positivo y un lado negativo tanto suyo como de la Ducati.
ÁB. Yo creo que positivo mío es la consistencia a nivel de carrera, soy capaz de mantener un nivel muy similar desde la primera a la última vuelta con neumáticos nuevos y usados. Al contrario, un punto negativo mío es que a una vuelta por condición de piloto con la moto, no soy capaz de exprimir al máximo el neumático para hacer esa vuelta rápida en la Superpole.
Luego con la moto yo creo que una parte positiva es que por ejemplo lo que yo veo de la moto es que se adapta mucho a mi estilo de pilotaje, que es un poco dejar correr la moto en el paso por curva. Yo creo que es una moto estable y eso me ayuda a tener confianza cuando estoy conduciendo. Quizás uno de los puntos negativos o el punto donde intentamos mejorar es un poco en la tracción en la salida de las curvas, especialmente en las curvas lentas y en los cambios de dirección. Es una moto que a lo mejor al tener un poco más de estabilidad, cuesta más estos puntos y es donde intentamos trabajar para mejorarlo. Pero también te digo, es un poco combinación moto-piloto. No creo que la moto tenga solo esa parte negativa, a lo mejor la coge otro piloto más grande, que la pueda coger más fácil que yo, y a lo mejor esa parte negativa no es tan negativa.
M. Hay muchos pilotos que tienen costumbres antes de salir a pista. ¿Tiene algún ritual o costumbre antes de salir a carrera?
ÁB. Bueno, yo creo que todos los pilotos, más que supersticiosos, somos maníacos. Tenemos la manía de decir primero el guante izquierdo, luego el otro… Pero yo creo que no lo hacemos por superstición, sino para entrar en ‘focus’ y decir ‘tengo que hacer estos pasos para olvidarme de todo y centrarme’. Por ejemplo, me gusta mucho que cuando voy a subirme a la moto, tanto en entrenamientos como en carreras, un poco me inclino hacia ella como para decir ‘vamos pequeña, vamos a por ello’. Y durante el ‘pit lane’ hago un poco de ‘stretching’, son como movimientos que tengo automatizados como para decir ‘hago esto y me olvido de todo, me centro en lo que toca’.
M. Muchos pilotos están siendo padres en estos últimos años, ¿cómo es su experiencia al combinar la vida de padre con la vida de piloto?
ÁB. Pues la verdad es que yo no sé si será por mi caso o qué, pero tengo suerte porque intento, no porque sea padre ahora, separar mi vida personal con la profesional. Cuando estoy en casa no me gusta hablar mucho de motos ni nada, yo hago mi entrenamiento y eso pero no me obsesiono. Intento desconectar del mundo de las carreras.
Cuando estoy en los circuitos lo mismo, intento no pensar en mi gente de mi casa, en mi familia. Ahora con las niñas es más complicado, pero intento desconectar igual. De hecho, yo a mis niñas ahora en las carreras las llamo por la noche justo cuando me voy a acostar, hacemos videollamada para darles las buenas noches, pero ya está. Tampoco estoy todo el día hablando o preguntando. Simplemente con mi mujer es estupenda, porque hablamos por la noche un rato ‘tú qué tal el día, bien, tal…’. Intento separarlo un poco, así disfruto al 100% en casa con mis niñas, no quiero saber mucho de motos, pero en los circuitos intento disfrutar de mis otras niñas, que son las motos, y desconectar de lo que está pasando en mi casa.
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