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25° aniversario del primer título de un español en la categoría reina del motociclismo

24 Oct. 24 | 11:30
Foto: @box_repsol

El pionero del motociclismo español inspiró a futuras generaciones de pilotos que hoy dominan la categoría reina del motociclismo.

En 1999, la historia del motociclismo español cambió para siempre. Àlex Crivillé rompió una barrera que muchos creían infranqueable al convertirse en el primer piloto español en conquistar el título mundial en la categoría reina del motociclismo, los 500cc, hoy conocida como MotoGP. Veinticinco años después, la hazaña sigue siendo motivo de celebración y homenaje. DAZN ha lanzado un emotivo vídeo conmemorativo que reúne testimonios de grandes figuras del motociclismo que reconocen la importancia de aquel hito y lo que significó para futuras generaciones de pilotos.

Dani Pedrosa, otro de los grandes exponentes del motociclismo español, lo expresa claramente: “Àlex consiguió romper para nosotros esa barrera y después hemos tenido un éxito increíble en MotoGP”. Pedrosa, al igual que otros campeones como Jorge Lorenzo, reconoce que Crivillé allanó el camino para que España se convirtiera en una potencia mundial en este deporte. “Lo veíamos como una quimera, al final lo consiguió”, comenta Lorenzo, quien destaca la relevancia de ese primer título en un contexto en el que parecía imposible que un piloto español triunfara en la categoría reina.

Àlex Crivillé aparece en el video con un tono nostálgico, recordando los tiempos en los que pocos creían que un español podría llegar a lo más alto en los 500cc. «Parecía imposible que un piloto español fuera campeón del mundo en la categoría reina», señala. Para Crivillé, 1999 fue el año en el que todas las piezas encajaron. Años de esfuerzo, sacrificio y, sobre todo, de superación personal, lo llevaron a conquistar un sueño que parecía inalcanzable.

La pretemporada de 1999: el renacimiento de un campeón

El vídeo también recuerda la pretemporada de 1999, cuando aquellos cercanos a Crivillé comenzaron a notar cambios significativos en su preparación. Tanto su ritmo como su condición física habían mejorado considerablemente. El propio Crivillé admite que se sentía diferente, mucho más concentrado y con la firme convicción de que 1999 sería su año. Tras una temporada difícil en 1998 marcada por una lesión y varios problemas físicos, estaba más determinado que nunca en saldar la deuda pendiente que tenía con la categoría de 500cc.

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Carlos Checa, uno de los grandes rivales y amigos de Crivillé en aquellos años, no escatima en elogios hacia el campeón: «Para mí, uno de los pilotos más valientes que he conocido, con una determinación enorme». A pesar de ser un hombre tranquilo en el box, Checa recuerda cómo toda esa calma se transformaba en pura agresividad y decisión una vez que Crivillé salía a la pista.

El desarrollo de la temporada y el camino al título

La temporada de 1999 empezó con buen pie para Crivillé. En la primera carrera, subió al podio, demostrando que estaba listo para luchar por el campeonato. Sin embargo, fue tras la caída de Mick Doohan en Jerez cuando Alex supo que el título era posible. “Me dejó pista libre”, recuerda Crivillé sobre su principal competidor y compañero de equipo en Honda. A partir de ese momento, Honda decidió que Crivillé sería su apuesta para ganar el Mundial, y varios ingenieros de Doohan se trasladaron a su box, convirtiéndolo en el piloto número uno de la escudería.

A pesar de contar con el respaldo total de Honda, la temporada no estuvo exenta de dificultades. En Valencia sufrió una caída, y en Australia, otra más, que le dejó una microfisura en la muñeca. A pesar del dolor y los nervios, Crivillé siguió compitiendo, sabiendo que no podía fallar en su camino hacia el título. «Piloté incómodo, me causó dudas, pero sabía que era mi año y no podía escapar», afirma Crivillé.

La tensión fue creciendo a medida que la distancia con sus rivales en la clasificación se reducía, pero su determinación y valentía lo llevaron a superar esos momentos difíciles. «Fue un antes y un después», recuerda Jorge Martínez ‘Aspar’, otro ícono del motociclismo español. «Los españoles habíamos ganado en todas las categorías menos en la de 500».

La celebración del triunfo

Una vez alcanzado el título, la celebración no se hizo esperar. En el vídeo de DAZN, Crivillé rememora algunas de las anécdotas más divertidas de aquella noche, incluyendo el momento en que decidió irse a dormir a mitad de la celebración, y Ángel Nieto, leyenda del motociclismo español, fue a buscarlo para que continuara la fiesta. La noche terminó con una televisión casi destruida y un sofá que Crivillé y su equipo tuvieron que pagar, como cuentan entre risas.

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La felicidad absoluta que sentía Crivillé no era solo por el título, sino por todo lo que representaba: “Cuando ganas, todo cae, todo son buenos contratos, todos te quieren… Los que han trabajado contigo también se merecen algo más”, dice Crivillé en el vídeo. En un gesto de agradecimiento, regaló un Rolex a cada miembro de su equipo, como muestra de gratitud por haber estado con él en los momentos más difíciles de su carrera.

Hoy, 25 años después, el legado de Àlex Crivillé sigue vivo en cada uno de los pilotos españoles que, inspirados por su hazaña, han conseguido también inscribir sus nombres en lo más alto del motociclismo mundial.

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