La marca japonesa alcanza las 300 victorias en la categoría reina, siendo la marca más laureada de todos los tiempos desde su llegada al Mundial en 1966.
Es difícil, casi imposible, entender la historia del Mundial de motociclismo sin mencionar a Honda. La marca del ala dorada, presente en el campeonato desde 1966, ha alcanzado este fin de semana las 300 victorias en la categoría reina, habiendo conseguido, en este periodo de tiempo, un total de 19 títulos de pilotos y 24 de constructores.
La llegada de Honda al Mundial de motociclismo fue tardía. No fue hasta 1966, ya con 17 años de carreras a las espaldas de un campeonato que dominaban, de aquel entonces, otras marcas italianas como Gilera o MV Agusta. Honda decidió llevar al mundo de las carreras la fiable tecnología japonesa, que tuvo continuidad con la aparición posterior de otras marcas como Yamaha o Suzuki.
Pero los inicios no fueron idóneos. Tras completar dos buenas temporadas en su debut, en 1966 y 1967, Honda estuvo en el Mundial hasta 1972, pero entonces, debido a sus malos resultados, decidió abandonar el campeonato. Regresaron una década después, en 1982, pero esta vez ya estaban preparados para ganar.
Pese a que la primera victoria llegó con Jim Redman en 1966, el primer gran héroe de Honda fue Freddie Spencer, que consiguió en 1983, convertirse en el primer campeón del mundo de Honda, además de ser el hombre más joven en ganar un título de MotoGP -superado por Marc Márquez en 2013-. El estadounidense repetiría éxito en 1985, siendo, con 19 triunfos, uno de los más grandes de la historia de la marca del ala dorada.
A finales de los 80, Honda logró otros dos títulos de la mano de Wayner Gardner en 1987 y de Eddie Lawson en 1989, al cual ficharon expresamente de Yamaha para convertirse en el tercer campeón del mundo de Honda en la categoría reina. Pero el verdadero dominio de Honda llegó a partir de los 90. Con la llegada de Mick Doohan al equipo, conjuntamente con el acuerdo de patrocinio con Repsol, la marca japonesa instauró una dictadura absoluta en 500cc que les llevó a conseguir seis títulos de forma consecutiva -cinco con el australiano y otro, en 1999, con Àlex Crivillé-.
Con la repentina retirada de Doohan y los problemas físicos de Crivillé, Honda debía buscar un nuevo héroe y lo encontró en Valentino Rossi, la nueva estrella en ciernes del motociclismo mundial. El italiano estuvo cuatro años en Honda, de 2000 a 2003, consiguiendo tres títulos y 35 victorias para las vitrinas de la marca nipona. Sin embargo, Rossi decidió abandonar el equipo en 2003 e irse al eterno rival, Yamaha.
Con la marcha de Rossi, Honda pasó la peor época desde su primer título logrado en 1983. De 2004 a 2010, Honda sólo ganó el Mundial 2006, logrado in extremis por Nicky Hayden. En el resto de temporadas, la falta de competitividad de la moto en comparación con Yamaha o Ducati hizo que pilotos de la talla de Pedrosa o Dovizioso no lograran el ansiado título mundial.
En 2011 se rompió la sequía con el fichaje de Casey Stoner, que logró el título de forma incontestable en aquel año. Pero el dominio de Honda en MotoGP regresó con la llegada de Marc Márquez a la categoría reina en 2013. Y es que desde entonces, la marca japonesa ha logrado ganar cinco de los seis títulos en juego, consiguiendo el piloto catalán un total de 47 victorias.
Precisamente uno de los récords que puede batir Márquez esta temporada es el de convertirse en el piloto con más victorias con Honda. Ese honor lo ocupa ahora mismo Doohan, con 54 victorias, aunque el ’93’ ya le sigue de cerca con 47. Más atrás siguen los nombres de Rossi (35), Pedrosa (31), Spencer (19), Stoner (16) o Crivillé (15).
Honda se ha convertido en la primera marca en llegar a las 300 victorias en MotoGP, y nada parece indicar que se vayan a quedar ahí. El binomio que forma la moto japonesa con Marc Márquez es sinónimo de éxito, como muestran los resultados y las sensaciones. Ahora la pregunta debe ser: ¿cuándo llegará la victoria 400?