El murciano expresa su frustración tras un nuevo fin de semana sin soluciones claras para KTM en Silverstone.
Pedro Acosta no es de los que esconden lo que sienten, y tras una carrera complicada en el GP de Gran Bretaña, su mensaje fue claro, directo y sin rodeos. El piloto de Mazarrón ha demostrado en repetidas ocasiones su capacidad de adaptación, su velocidad y su hambre de victorias, pero también empieza a mostrar impaciencia ante la falta de avances por parte de KTM. Y no es para menos: después de una operación del síndrome compartimental y semanas de trabajo constante, el sexto puesto en Silverstone supo a poco.
Desde el jueves ya dejaba entrever que no era su circuito favorito, pero lo verdaderamente preocupante llegó después. Las sensaciones no mejoraron, y lo que podría haberse interpretado como un resultado digno dadas las circunstancias, acabó desembocando en una rueda de prensa cargada de tensión y mensajes entre líneas. “No voy a esperar toda mi vida para ser campeón”, declaró sin tapujos, consciente de que el tiempo juega un papel determinante en la trayectoria de un piloto joven y con proyección.
El mensaje, por mucho que mantenga las formas, es un ultimátum en toda regla a la fábrica de Mattighofen: “No acepto y no soy paciente. Eso es todo. La oportunidad pasa una vez en la vida. Necesito ayuda de la fábrica. Eso es todo”, recalcó.
Una situación que exige reacción inmediata
La carrera fue definida por él mismo como “una carrera de desesperación”, y no tanto por su resultado, sino por la impotencia de ver cómo sus esfuerzos no se traducen en mejoras sobre la RC16. La falta de agarre en la aceleración, uno de los problemas que viene arrastrando desde hace varias rondas, continúa lastrando su rendimiento: “Es bastante triste ver que intentas ser perfecto en la aceleración, en cómo levantas la moto, en los ángulos, en estar cerca… y luego lo pierdes todo en la aceleración por algo evidente: no tenemos el mismo agarre que las otras motos”.
A pesar de todo, Acosta no pierde la fe en el proyecto: recuerda que aún tiene un año más de contrato y que cree en el trabajo que se está realizando en KTM, ahora respaldada financieramente por la inversión india de Bajaj. Pero también deja claro que creer no es sinónimo de esperar eternamente: “Solo eres joven hasta que dejas de serlo. Muchas estrellas del campeonato crecen muy rápido y desaparecen igual de rápido. Freddie Spencer… ¿Recuerdas? Ganó dos títulos, luego tuvo algo en el brazo y nunca volvió a ser el mismo”.
No es solo un problema individual
Ninguno de ellos logró pasar a la Q2 en Silverstone, lo cual refleja una situación técnica preocupante más allá del rendimiento individual de cada uno: “No se trata solo de mí. Las cuatro KTM fuera de la Q2 este fin de semana, y sufriendo mucho. Necesitamos ayuda de la fábrica. Ahora hablo de los cuatro pilotos, no solo de mí”.
Con un mercado de fichajes más abierto que nunca, y con Jorge Martín con su futuro en el aire, Acosta sabe que su valor está al alza y que otros fabricantes lo siguen muy de cerca. Incluso el nombre de Ducati ha sonado dentro del paddock. No es casual que el murciano decida ahora levantar la voz. El momento para exigir es ahora, mientras todavía tiene margen para negociar y proyectar un futuro sólido en MotoGP.
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