Aleix Espargaró analiza su fin de semana y confiesa que hubo quien no vio con buenos ojos la llegada de Maverick al box de Aprilia.
Aleix Espargaró afrontaba el Gran Premio de casa como un reto personal. La temporada pasada cometió un error que le costó el podio y, este año se ha redimido y de que manera. El catalán se mostró intratable y se llevó las dos victorias del fin de semana, firmando junto a su compañero de equipo el fin de semana perfecto para la fábrica de Noale. Victoria y celebración especiales que levantaron del asiento a todos los asistentes.
El Gran Premio de casa ha sido el gran talismán de Aleix Espargaró, solo le faltó llevarse la primera posición en las qualys. “Habría sido mejor si hubiera conseguido la pole. La verdad es que se me queda la espinita, me hubiera gustado mucho tener el récord de este circuito, pero lo importante son las carreras. Estoy muy feliz, además ayer fue relativamente fácil porque me encontraba muy cómodo pilotando y me noté muy superior“, empezaba diciendo Aleix según las declaraciones que nos ha hecho llegar nuestro colaborador Manuel Pecino.
A diferencia del sábado, Aleix no se sentía tan fuerte el domingo. “Hoy creo que Maverick era más rápido que yo. Con el viento no podía hacer paso por curva, era imposible. Maverick con los frenos, es mejor que yo, él la podía parar y reacelerar, y yo no podía hacer este tipo de conducción. Así que me la he tenido que jugar muchísimo“, apuntaba el 41 de Aprilia.
“En cualquier otro circuito, yo habría terminado segundo hoy, pero me he dicho que ‘o me caía o ganaba’. He sacado todo el control de tracción y han sido 20 minutos de muchísima tensión. De hecho, cuando he llegado al podio estaba hasta mareado y estoy muy orgulloso de haber ganado hoy“, añadía Espargaró.
El revuelo en la salida
La tensión de la primera salida fue extremadamente complicada, además Aleix no había realizado una muy buena salida. “El primer bike de embrague ha sido bueno y luego me ha hecho un poco de wheelie, luego lo hemos cambiado para la segunda salida. En la primera salida he escuchado una moto pasar muy rápido a la derecha, entonces he acelerado de golpe para que no me diera sabiendo que me saldría de pista y me he ido a lo verde expresamente“, explicaba.
“En la caída de Pecco con Brad me he librado por muy poco. Me he quedado lleno de aceite, el mono, el casco, todo, porque el motor de Brad se ha roto. He llegado al box y estaban limpiando la pista que, han abierto rápido. Había pilotos que estaban montando neumático de delante sin el calentador y he dicho aquí va a haber ahora un strike otra vez. Para mí han abierto demasiado rápido el semáforo, el quick procedure. Tengo que reconocer que no he salido muy, muy concentrado. Aún estaba un poco nervioso, enfadado, pero bueno, así son las carreras. Menos mal que no pasó nada“, agregaba respecto al procedimiento seguido tras los incidentes.
Esta no ha sido la primera victoria, pero sin duda, si ha sido la más especial. “Este fin de semana ha sido el fin de semana más bonito de mi vida, sin duda. Ver a mis dos hijos dándome el trofeo en el Gran Premio de casa de ganador es como… Lo tengo como un poco borroso, me ha pasado por delante toda mi vida. Me veía en mi Imax de pequeño, ha sido impresionante“, confesaba Aleix emocionado.
El gran homenaje a Aprilia de Aleix Espargaró
La bonita evolución de la Aprilia con Aleix Espargaró. “Estoy muy orgulloso. Saco pecho, porque creo que soy el gran culpable de esto. Obviamente, la fábrica ha evolucionado mucho, han hecho un trabajo enorme, es un placer hoy ser piloto de Aprilia. En el inicio fue complicado estar ahí, muchas caídas, muchas lesiones, muchos días grises porque la moto se rompía. Así que creer hasta ahora y ver todo el desarrollo y todo lo que hemos conseguido, hoy hacer un doblete aquí. Es impresionante haberlo conseguido y más con el nivel que tiene Ducati hoy en día y con ocho motos en pista, hacer uno o dos con la Aprilia es una locura, así que estoy muy orgulloso“, reconocía el de Granollers.
Cuando Maverick se empezó a alejar de Aleix, parecía que al 41 se le había escapado la victoria. “Cuando se me ha ido, he hecho dos errores, no me he encontrado nada cómodo y hacía muchos errores. Las dos vueltas siguientes he apretado como un animal y no recortaba. Ahí ha sido donde he cambiado de mapa, he quitado el control de tracción y he pensado ‘bueno un segundo puesto, son muchos puntos‘. Luego he pensado: ‘no, aquí solo puedes ganar o caerte‘”, detallaba.
“He quitado todo el control de tracción y han sido 20 minutos de mucha tensión. He conducido como si fuera un time attack. No tenía dudas de que le iba a coger, porque sabía que o hacía un error o me caía o le cogía seguro, pero la única duda que tenía era si le cogía y llegaba con el neumático destrozado, que así ha sido, de hecho, si llega a quedar una vuelta más, yo creo que rodábamos como los ganadores de Moto2 en casi 44“, continuaba diciendo.
La bonita celebración en pista
El precioso momento de la celebración, el intercambio de motos entre Espargaró y Viñales. “Me ha salido del corazón. Ha sido como un tributo a toda Aprilia, a la fábrica, a Maverick y a mí mismo por lo que hemos conseguido entre los dos. Mucha gente, incluso de mi entorno, me decía que me equivocaba trayendo a Maverick a mi box. Con lo tranquilo que estaba, traer a un piloto tan fuerte que quizá me jubilaba“, exponía.
“Yo creo mucho en mí, cada día de mi vida y sabía que me haría mejor. No tengo ninguna duda de que he ganado dos carreras este año, de que el año pasado casi gano el título por tener a un tío al lado tan fuerte como él. Así que ha sido como darle las gracias, él a mí y los dos a Aprilia. Ha sido como un homenaje de ‘somos Uno, da igual que moto, somos uno, lo hemos conseguido juntos'”, concluía Aleix Espargaró.
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