Alex Márquez tenía ganas de acabar la temporada, y ahora con Ducati se encuentra más contento, al menos de momento.
No es ningún secreto que Alex Márquez no estaba nada cómodo en Honda. La marca ha atravesado su peor bache de la historia en el Mundial de Motociclismo de 2020 a 2022, y el de Cervera ha sido uno de los afectados. Obviamente tenía muchas ganas de terminar la temporada, y más sabiendo que iba a pilotar una Ducati, la moto campeona de este año y la que más presencia tiene en la parrilla de MotoGP. El ilerdense dijo varias cosas a Diario AS tras los test de pretemporada.
“Me hubiera gustado despedirme de otra manera, pero es lo que hay. Desde la primera vuelta tuve problemas de sobrecalentamiento de la moto. No funcionaba bien el freno motor y no corría la moto. Un desastre”, cuenta la desesperación que vivió Márquez el último fin de semana de carreras con el LCR Honda.
“La Ducati tiene buena pinta y estoy con ganas de hacer las cosas bien y de construir”
“El sábado ya se me paró la moto por algo muy parecido”, seguía contando Alex. “No entendía muy bien qué pasó y yo les dije: ‘Aquí tenéis la moto que yo me voy’. No la he pedido para casa”, admitía que se llegó a enfadar porque la Honda no funcionaba.
Sin embargo, el pasado martes ya pudo probar su nueva compañera de viaje en MotoGP de cara a la temporada 2023. “La Ducati tiene buena pinta y estoy con ganas de hacer las cosas bien y de construir. Tendremos los medios para hacerlo. Tengo ganas de ver si el jardín de Ducati es tan verde como dicen”, afirmó Alex Márquez. (Fuente: Mela Chércoles, 08/11/2022, Diario AS)
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