
Álex Márquez celebra su subcampeonato de MotoGP 2025 y reflexiona sobre su evolución y futuro.
Álex Márquez cierra una de las temporadas más exitosas de su trayectoria en MotoGP, logrando el subcampeonato del mundo con el equipo Gresini y el respaldo de Estrella Galicia 0,0. El piloto, recientemente confirmado en Malasia, valoró su rendimiento, la relación con su hermano Marc y las perspectivas de cara a 2026 durante una convocatoria de prensa celebrada por Estrella Galicia 0,0 en la que repasó los momentos más destacados de su año.
Para Álex, este subcampeonato tiene un significado especial, aunque reconoce la diferencia con sus títulos anteriores. “Estoy feliz. Dije lo del primero de los perdedores por decir que gané algo. Si comparo el ‘feeling’ de cuando gané los dos títulos con esto es muy parecido. Esos años también lo compartí con mi hermano, lo cual es muy especial”, afirmó el piloto.
El vínculo con Estrella Galicia 0,0 sigue siendo una constante en su carrera. Márquez recordó el apoyo de la marca desde sus inicios y cómo ha visto su evolución durante los años: “Llevo toda la vida con ellos. Me apoyaron desde el primer momento y he podido vivir su evolución, desde 2012. Compartimos lo de ir con humildad, con sacrificio, a buscar tus metas”.
«Marc está tranquilo, lo tiene todo hecho»
La temporada no estuvo exenta de desafíos. Tras una lesión en Assen, Álex demostró su capacidad de resiliencia. “Fue fácil al principio y difícil más tarde. Volví en ‘scooter’ y ya sabía que estaba roto. Le dije al doctor: ‘Apriétalo bien, que yo voy a ir a Alemania’. Esas dos carreras fueron bien, pero luego se complicó. Cada año pagas algún peaje. La vida me ha enseñado que siempre hay una solución para todo”, explicó.
Sobre su hermano Marc, Álex destacó la complicidad entre ambos y la importancia de compartir estos momentos de éxito: “Le he visto, está todo el día para arriba y para abajo. Coincidimos más jugando a la Play. Jugamos al ‘Call of Duty’. Está tranquilo, lo tiene todo hecho. Sabe que se puede recuperar con los plazos que han dado los médicos”.
El piloto de Gresini también resaltó la histórica coincidencia de tener a ambos hermanos en lo más alto: “Se celebrará. Cuando él me llamó el sábado, en el podio del Sprint, le dije: ‘Te debo una fiesta y tú me debes una’. Lo celebraremos juntos. Es difícil darse cuenta de la magnitud. Nos daremos más cuenta dentro de diez años, poder estar tranquilos en casa, poner la tele y ahí nos daremos cuenta del hito de este momento”.
De cara a los últimos Grandes Premios de la temporada, Álex mantiene la calma y la perspectiva: “No sé. Tenemos dos carreras por delante para disfrutar. En Malasia, lo dije, me temblaron las pestañas. Quería el subcampeonato para disfrutar y el domingo estaba libre. Tenemos la fiesta de Cheste, delante de la afición y el martes empezaremos a pensar en 2026”.
«Aún se me pone la piel de gallina cuando recuerdo la victoria en Jerez»
Entre los momentos más memorables de 2025, Márquez citó tanto la dimensión familiar como la deportiva: “Uno es difícil. En términos de familia, el primer podio de los dos en Tailandia. A nivel personal, la primera victoria, en Jerez. Aún se me pone la piel de gallina al ver las imágenes”.
Al reflexionar sobre sus posibilidades frente a Marc, Álex se mostró consciente de las dificultades de competir contra su hermano: “Siempre he dicho que es muy difícil ganar a Marc a 22 carreras. Como rival, la presión a la que te mete es muy difícil de aceptar. Esa convicción que tiene de ir al límite es la clave. Nadie es inalcanzable. Vamos a ver con la misma moto”.
Márquez también compartió su opinión sobre la evolución de la moto y el equipo: “La de 2024 fue amor a primera vista, ya en Montmeló. Yo soy poco de expresar lo que siente y tenía la sonrisa debajo del casco. Me dijeron: ‘¿Tan bien va?’ y dije: ‘Sí’. Ya vi que lo podía hacer bien. Sobre las diferencias, ya lo dijo Gigi. Es más una cuestión de ‘feeling’. Marc te puede llevar al límite. La diferencia es mínima, pero yo no he probado la 2025”.
«La mejor versión la hemos visto ahora»
Respecto a la valoración de su carrera, Álex mantiene una postura autocrítica y centrada en el trabajo: “No sé si se le ha dado valor a mi trayectoria. Yo sí se lo he dado. No es algo que me quite el sueño si la gente le da valor. Yo tengo claros mis objetivos. No me sé vender muy bien. Hay pilotos que acaban la carrera y te dicen que iban a ganarlo. Yo soy muy autocrítico y peco de ello. Siempre digo al equipo lo que ha ido mal. Pero soy así. El valor se lo tiene que dar la gente y yo estoy tranquilo”.
Con la vista puesta en 2026 y más allá, Álex se muestra pragmático y centrado: “No me lo cojo como que Ducati me lo da como una prueba para 2027. Me lo tomo como una prueba para mí mismo. No tener que decir: ‘Y si…’. Sé que tendré el máximo”.
Finalmente, sobre su evolución personal y la relación con Marc, el piloto asegura que ha alcanzado la mejor versión de sí mismo: “La mejor versión la hemos visto ahora. Cada año eres un poquito mejor, por eso hemos visto la mejor versión. Cada problema te hace ser más competitivo. Hay que seguir mejorando y ver cuál es nuestro techo. Hay dos maneras de afrontarlo: o le tienes celos y dices: ‘Bah, lo hago y ya llegaré’. La otra es: ‘Qué hace mejor y voy a aprender’. Eso es lo mejor. A mí me lo ha enseñado estar toda la vida a su lado, no tengo ese recelo. Por eso el año pasado nos reforzó”.
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