Tras la decepción del sábado, Álex Márquez se impuso con autoridad en Barcelona, destacando su estilo de pilotaje preciso y su capacidad para gestionar la carrera.
El domingo en el GP de Barcelona-Catalunya se tiñó de azul gracias a la victoria de Álex Márquez, que firmó una actuación impecable ante su afición. Tras el sabor amargo de la sprint, donde un error lo privó de un triunfo que parecía encarrilado, el menor de los Márquez supo rehacerse y aprovechar su oportunidad. En declaraciones a DAZN, compartió sus sensaciones junto a Jorge Lorenzo e Izaskun Ruiz.
El propio Álex reconoció que aún sentía el dolor de lo ocurrido en la sprint: “Muy feliz, muy contento, no tengo palabras, aún tengo la espírita de ayer, sinceramente hablando. Esa aún duele, porque podía haber sido un 37… estaba muy encarrilada”. Lejos de hundirse, utilizó esa experiencia como aprendizaje: “Quizás si en ese error de ayer, hoy lo hubiera cometido en esa curva, así que ha servido de algo”.
Una carrera de gestión
El piloto explicó que su victoria se basó en no dejarse llevar por el instinto: “Ha sido una carrera de autocontrol, tenía más, pero no quería destrozar los neumáticos. Es un amor-odio: el instinto de abrir gas antes y frenar más tarde, pero aquí no se puede, hay que gestionar”. La clave estuvo en su estilo de pilotaje: “Dejarla correr hace que luego no tenga que exagerar tanto el pick-up, no tenga que acelerar muy fuerte porque hay mucha velocidad en medio de la curva, entonces puedo gestionar muy bien el gas en un circuito que se adapta perfecto a mi estilo”.
El análisis de Jorge Lorenzo
Jorge Lorenzo no escatimó en elogios: “Muchas felicidades, fue increíblemente fino, más fino de lo habitual… tu moto parecía una Moto3 prácticamente, no se movía nada. Con movimientos muy precisos y muy limpios”. El pentacampeón quiso saber si la diferencia la marcó el propio pilotaje o el trabajo con la electrónica. Álex respondió: “Un poco de todo, un mix. Nadie se lleva la medalla, es un trabajo de equipo. Respecto a ayer hemos bajado mucho potencias y sabía que la carrera sería más lenta, así que me lo he cogido con muchísima calma”.
Persistencia y recompensa
Más allá del triunfo puntual, Lorenzo quiso destacar la resiliencia de Álex: “Felicidades en particular por la victoria, pero en general por estos últimos cinco años que nunca has tirado la toalla, con temporadas realmente difíciles… y has continuado confiando en ti mismo”. El de Cervera lo admitió con humildad: “Sabes que no es fácil, pero vale la pena al final, todo el trabajo”.
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