Tras ganar su primer campeonato en Moto2, Álex Márquez era oficialmente confirmado como piloto del Repsol Honda de Moto2 donde ocupará el asiento de Jorge Lorenzo. Acerca de su fichaje y otros temas ha hablado en un evento de Estrella Galicia en Madrid.
Esta mañana ha tenido lugar un evento en Madrid de la marca cervecera más conocida en el paddock de MotoGP. Estrella Galicia es uno de los principales sponsors en las tres categorías del mundial. También es quién ha acompañado a Álex Márquez desde sus inicios del CEV y quien le ha visto celebrar sus tres mundiales, uno en el Campeonato de España, otro en Moto3 y, el último, en Moto2 hace tan solo un mes. Además, la marca española dará el paso a MotoGP con el pequeño de los Márquez como ya lo hiciese con su hermano.
Durante el evento, Álex ha tenido la oportunidad de hablar de todos los acontecimientos de los últimos meses donde ha pasado de ser uno de los pocos favoritos al título, para posteriormente ser Campeón de Moto2 y, finalmente, ser piloto oficial del Repsol Honda de MotoGP, el mejor equipo de la categoría reina. “Este año ha sido muy bonito y el objetivo se ha cumplido. Todos trabajamos desde pretemporada por el sueño, pero el clic llegó en Jerez. Es verdad que allí me caí y que salí a 39 puntos, pero vi el potencial que había para ganar viendo cómo trabajaba todo el equipo para arreglar la moto. Luego llegó Le Mans y tres victorias seguidas“.
Sin embargo, el camino hasta llegar ahí no ha sido fácil y el piloto de Cervera ha tenido que batallar con algunos pilotos muy fuertes. Entre ellos, él ya también piloto de MotoGP, Brad Binder o, su sucesor, Augusto Fernandez. “Lo difícil de este año ha sido controlar a todos los rivales que he tenido, porque han sido muchos y no te podías focalizar en controlar a uno. Había cinco y en cada carrera cambiaba, pero desde principio de año dije que Binder. Sabía que haría una gran segunda mitad de temporada, pero en la primera cogimos margen”.
Unos años complicados
Álex Márquez ha tenido que lidiar con las críticas y las dudas de los aficionados de las dos ruedas. Sin embargo, como ya hiciese en 2014, el ’73’ ha podido callar muchas bocas con su título de la categoría intermedia. El catalán fue preguntado precisamente acerca de qué le diría al Márquez de sus años más difíciles. “Ahora que ya sé que soy campeón, le diría que paciencia. En 2015 y 2016 fueron los años en los que aprendí más, porque llegaba de ser campeón de Moto3 y los ánimos se disparan por las nubes, pero eso me hizo volver a la realidad y a seguir evolucionando”.
A pesar de ello, para el pequeño de los Márquez su título más especial sigue siendo el de Moto3. “Ese título fue muy especial. El primero es siempre el primero y ahora lo valoro mucho más. No eres consciente con 18 años de lo que consigues. Fue un año bonito, pero también duro, en un proyecto nuevo con Honda. Nos pusimos líderes en Aragón y pudimos batir a KTM, que eran los reyes de la categoría hasta ese momento. Este año también hicimos una piña muy parecida a la de entonces, porque era todo nuevo con el cambio de motor. En 2014 gané el título en Valencia, algo que no le deseo a nadie por los nervios que se pasan, pero fue todo muy bonito”.
De esta manera, Álex se despide de su equipo desde que comenzase a competir para dar el salto al que será el gran reto de su vida, la categoría reina. A pesar de que no pudo despedirse de su equipo, confía en que en un futuro puedan volver a unirse. “No ha habido una despedida, porque ellos se fueron a casa el lunes por la mañana y yo no firmé por la tarde. El equipo seguirá trabajando por otro sueño con Augusto y yo voy a intentar trabajar por el mío. Quién sabe si en el futuro nuestros caminos no se volverán a cruzar. Es más, creo que se volverán a cruzar”.
Nuevo reto: MotoGP
Ahora, el Campeón de Moto2 tiene un nuevo reto por delante, la de ser piloto del Repsol Honda de MotoGP. El pequeño de los Márquez tendrá que lidiar con uno de los objetivos más complicados, el de batir a su compañero de equipo y hermano, Marc Márquez. Ya se pudo ver como ambos pilotos coincidieron en pista durante los test del Circuito de Valencia. Sin embargo, cada hermano llevaba una moto diferente. Mientras Álex probaba la moto de 2019, Marc salía a pista con el prototipo de 2020.
“Pude coincidir en dos tandas con Marc, tanto en Valencia como en Jerez. Con el tiempo se normalizará la situación, pero ya es mi moto. Si firmas durante el año, te vas haciendo a la idea, pero así ha sido un poco extraño e inesperado, pero la consecuencia de haber conseguido un título de Moto2. Se presentó una oportunidad así y, cuando me lo dijo Emilio, le dije que adelante. También me dijo que sería un reto difícil, pero había que afrontarlo”.
A pesar de ello, Alex aun no ha podido trabajar a fondo en su nueva moto. “Me sentí mejor, porque ya pude estar con mi equipo técnico. Lástima de que el segundo día empezara a llover las dos veces que monté el neumático nuevo. A ver si pasa rápido el invierno para poder volver a subirme a la moto. No tenía ninguna lógica que yo probara ahora la moto de 2020. Ha recaído en Marc y Cal (Crutchlow) y han sacado conclusiones positivas. Habrá que hablar en Malasia para ver cuál es el plan de Honda, pero creo que es darnos a todos lo mismo. Mientras, cuanta más información tengamos, mejor”.
La operación de su hermano
Álex Márquez también ha hablado de la situación física por la que está atravesando su hermano. Marc Márquez fue sometido hace una semana a una operación de su hombro izquierdo. El piloto de Cervera volvía a aquejarse de las mismas dolencias por las que el invierno pasado decidía entrar a quirófano. “Marc está mejor de este hombro que del anterior, aunque sabe que requerirá del mismo tiempo. Le he intentado sacar algunas cosas, pero ya me dijo (en broma) que me irá diciendo pocas cosas porque me vio rápido en alguna curva. En Jerez, en el box ni nos vimos casi, porque cada uno estaba con su equipo. Además, una cosa es que te digan las cosas, y otras hacerlas. No ha cambiado nada”.
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