
Una victoria que marca un antes y un después
El pasado domingo, el Circuito de Jerez-Ángel Nieto fue testigo de un momento inolvidable en la historia del motociclismo: Álex Márquez logró su primera victoria en la categoría reina, un triunfo que lo coloca no solo en la élite deportiva, sino también en un lugar único dentro del deporte español. Con esta victoria, Álex y Marc Márquez se convierten en la primera pareja de hermanos que han ganado al menos una carrera en la historia de MotoGP.
Hasta ahora, era Marc quien acaparaba todos los focos con sus ocho títulos mundiales y 59 victorias en MotoGP. Sin embargo, esta vez fue Álex quien brilló con luz propia, completando una carrera impecable y superando a grandes rivales como Fabio Quartararo. El pequeño de los Márquez gestionó la presión como un veterano, y cruzó la línea de meta desatando una emoción contenida durante años de lucha y sacrificio.
Un abrazo para la historia
La escena posterior a la carrera quedará grabada en la memoria de todos los aficionados: el abrazo entre los hermanos Márquez en el parque cerrado, con Álex visiblemente emocionado y Marc vibrando de orgullo, a pesar de haber sufrido una caída en carrera. “Sé todo el esfuerzo que ha puesto para llegar hasta aquí y hoy ha conseguido uno de sus grandes sueños”, declaró Marc con admiración.
La emoción no solo se vivió en pista. Roser Alentá, madre de los dos pilotos, también compartió su alegría con DAZN: “Tengo el corazón partido, pero estoy orgullosa de Álex, porque es mi peque”, confesó entre lágrimas. “Por lo menos, ellos dos no se han peleado porque no ha habido momento”, bromeó, antes de añadir: “Si se pelean los dos, ¿con quién voy?”.
Un camino lleno de obstáculos
El éxito de Álex Márquez no ha llegado de forma fácil. Campeón de Moto3 en 2014 y de Moto2 en 2019, dio el salto a MotoGP en 2020 en un contexto poco favorable, sin estabilidad ni una moto competitiva. Aunque consiguió dos podios en su primer año, las comparaciones constantes con su hermano dificultaron su progreso.
Cinco años después, Álex ha demostrado que la perseverancia, el trabajo constante y la fe en uno mismo dan sus frutos.
Su padre, Julià Márquez, también destacó este recorrido: “Álex ha tenido que luchar mucho, no ha sido un camino fácil. Hoy ha demostrado que, con trabajo y paciencia, los sueños se cumplen. Para mí, como padre, no hay mayor orgullo que verlos cumplir sus metas, y además hacerlo juntos”.
Liderato y rivalidad fraternal
La victoria de Álex no solo supone un momento emocional y simbólico, sino que también tiene consecuencias deportivas inmediatas: le permite colocarse líder del Mundial, con apenas un punto de ventaja sobre su hermano Marc. Un dato que añade todavía más épica a una temporada que promete grandes emociones.
Aunque ambos mantienen los pies en la tierra y son conscientes de que el campeonato es largo, la imagen de los dos luchando en lo más alto de la clasificación es un regalo para los aficionados y un sueño cumplido para la familia Márquez.
Una historia familiar y un hito para el motociclismo español
El motociclismo español ya había visto otras sagas familiares de éxito, como los hermanos Espargaró o los Nieto, pero ninguna había alcanzado el nivel de los Márquez. Ahora, con ambos ganadores en MotoGP, se consagra un legado familiar sin precedentes.
Finalmente, el propio Álex lo resumía así: “La vida me ha enseñado que no hay que rendirse jamás y que soñar es gratis. Marc sigue delante, pero ahora solo medio paso”.
Una victoria histórica, un hito familiar y un ejemplo de lucha, constancia y amor por el motociclismo.
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