En dos días se conocerá definitivamente que ocurrirá con Andrea Iannone tras su suspensión por la FIM el pasado mes de diciembre. El piloto italiano tiene como objetivo volver a subirse a su Aprilia y terminar un proyecto que empezó en 2019.
Hace ya siete meses desde que se conocía la sanción impuesta por la FIM infligiendo 18 meses de sanción a Andrea Iannone al dar positivo por dopaje. Una sanción que le dejaría al margen del campeonato hasta junio de 2021. Tras un largo proceso y espera desde la apelación del piloto al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), finalmente la audiencia se llevará a cabo en Lausana el próximo jueves. Será allí donde se decidirá qué ocurrirá de manera definitiva con el piloto de Aprilia, y con ello, sí deberá cumplir o no con 4 años de inhabilitación.
De este modo, faltan dos días para conocer si desde la estructura de Aprilia podrán contar con el seguimiento del italiano próximamente. Fue el pasado 3 de noviembre cuando se conoció la noticia de que Iannone había dado positivo en un control antidopaje en Malasia. Y un mes después fue suspendido provisionalmente por la FIM, por lo que no ha podido estar presente durante esta temporada de MotoGP. «Me habría visto bien esta temporada«, confesaba Andrea en unas declaraciones recogidas por GPOne. Por el momento, falta afrontar la decisión que se tome en Lausana sobre su futuro.
«Estoy en la víspera del día más importante de mi vida. Nunca esperé experimentar una situación así, pero los momentos difíciles siempre me han hecho madurar e incluso ahora me siento así, más maduro. La vida es impredecible, a veces mis amigos se quejan de cosas superficiales y yo les digo que aprecien lo que tienen. Mi vida ha cambiado mucho, prácticamente voy en moto desde que mi madre me dio a luz, pero ahora me obligan a no hacerlo«.
No debe resultar sencillo el hecho de no poder subirse a su moto para un piloto profesional de MotoGP. Andrea Iannone está atravesando por un mal momento de su vida, y reconoce ser una situación «muy difícil». Aun así, asegura que su equipo le ha brindado todo su apoyo desde el primer momento. «Mi objetivo siempre ha sido superar esto de forma positiva, espero volver a subirme a mi moto. Mi moto sigue ahí y siento que también me está esperando. El sueño es ser aún más fuerte que antes«.
A pesar de llevar casi un año sin rodar en ningún circuito aprobado por la FIM, no tiene intención de darse por vencido y espera volver a seguir con su carrera deportiva. «Me han quitado lo más importante de mi vida de un día para otro. Pero estas son las reglas y tengo la intención de respetarlas. Mi objetivo es volver a correr con Aprilia y creo que todavía tengo mucho que decir, comencé un proyecto interesante con ellos y siento la necesidad de terminarlo. Después de la sentencia entenderé cuál será mi dirección«.
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