Pecco Bagnaia no ha podido terminar el Gran Premio de San Marino.
Pecco Bagnaia no estaba teniendo el mejor fin de semana en casa. El piloto de Ducati no logró puntuar en la Sprint Race del sábado, tras cruzar la línea de meta de Misano en décimo tercera posición. Este domingo, en el Gran Premio de San Marino, lograba mantener su posición de parrilla, octavo, durante los primeros compases de la prueba. No obstante, el italiano se convertía en una de las víctimas de la curva diez del trazado, yéndose al suelo y sumando un nuevo cero en su casillero.
Los resultados no llegan para el tres veces Campeón del Mundo. A pesar de que Bagnaia ha logrado salvar los muebles en algunas citas, logrando mantenerse como tercer clasificado en la general del campeonato, y dando algunas muestras de mejora, esto no ha sido suficiente. Ni el piloto ni su equipo encuentran soluciones, algo que está afectando el piloto muy gravemente a nivel psicológico.
Tanto es así que, este domingo, Bagnaia no atendió a los medios presentes en Misano como es habitual. Desde Ducati informaron de que se postpondría su Media Debrief; debido a que el piloto continuaba reunido con su equipo. Una hora después, se cancelaba definitivamente su encuentro con los periodistas; aunque los de Borgo Panigale trasladaban sus declaraciones al medio Sky y a MotoGP.com. «Honestamente no sé qué quieres que diga«, comenzaba el piloto. «Me he caído, estaba empujando y caí. Estamos analizando las cosas con el equipo y viendo con los técnicos para el test, donde tenemos cosas importantes que probar», contaba.
Tras la caída, el piloto se veía visiblemente afectado, apoyado en la barrera del trazado italiano. Poco después regresaba al box, aún con la visera bajada. Bagnaia ha reconocido que, en ese momento, se le pasaban por la cabeza «cosas que es mejor no decir en televisión». «Pero en cualquier caso, es el primer momento cuando te caes normalmente. No estamos muy contentos y solo estaba tratando de quitarme un poco la rabia del momento», explicaba.
La tensión es palpable dentro del box de Ducati
Tras un fin de semana para olvidar en Barcelona, parecía que aquí veía un poco la luz al final del túnel, habiendo pasado a la Q2 y rodando en el Top10. Sin embargo, las sensaciones de Bagnaia sobre la Ducati no han terminado de mejorar. «Difícil de decir. En los entrenamientos y durante las sesiones me sentía mejor. Ayer en el Sprint estaba sufriendo mucho. Hoy en la carrera estaba tratando de hacer el máximo siguiendo a Diggia. Pero tan pronto como intenté algo más, me caí», lamentaba.
A pesar de todo, el italiano espera poder encontrar respuestas en la jornada de test de este lunes. «Es súper importante tener el test de mañana. Trataremos de encontrar algunas soluciones. Pero la cosa es que estamos trabajando para encontrar una solución que aún se siente muy lejana. Porque desde el inicio de la temporada estamos sufriendo. Pero lo estamos intentando, así que veremos» finalizaba.
La situación ya se está volviendo insostenible para el piloto de Ducati; que no ha levantado cabeza desde el inicio de año. A las dificultades que pudiese tener con su Ducati se suma además la presión extra de contar, al otro lado del box, con Marc Márquez. Tal es el nivel de tensión actual, que incluso Dall’Igna, director de Ducati, ha reconocido estar perdiendo la paciencia. Habrá que esperar para ver si los test del lunes traen el milagro que tanto espera Bagnaia.
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