Pecco Bagnaia, entre la autocrítica y el punto de partida
En la fiesta organizada por Ducati en Borgo Panigale para celebrar otro año de éxitos de la marca en MotoGP, Pecco Bagnaia compareció para GPONE con un discurso sereno, reflexivo y alejado de cualquier dramatismo. El piloto cerró el Mundial en quinta posición, a 257 puntos de su compañero de equipo Marc Márquez, una diferencia contundente que define por sí sola la temporada, pero que no ha minado su convicción ni su ambición de futuro. “Han pasado muchos años y siempre es maravilloso poder venir aquí. Me encanta la oportunidad de ir a la línea de montaje y ver todas las motos. Mi lugar favorito en Ducati es el Style Center. Siempre es emocionante poder observar y charlar. Me siento feliz y honrado”, explicó ante los medios, dejando claro que, pese a las dificultades deportivas, su vínculo con Ducati sigue intacto.
Bagnaia no esquivó el análisis de un año complejo, marcado por altibajos constantes y una falta de sensaciones que nunca llegó a resolverse del todo. “He tenido bastantes dificultades. Ha habido carreras positivas, e intentaré entender por qué, pero también ha habido otras negativas que me servirán de lección para mejorar mi capacidad de identificar problemas”, reconoció. En ese contexto, asumió con naturalidad la superioridad mostrada por su compañero de equipo: “En cuanto al fabricante, ha sido una gran temporada, con Marc dominando y marcando la diferencia. Tengo muchas ganas de volver a la carga”. Para Pecco, el curso 2025 no es un año perdido, sino una experiencia de aprendizaje: “Con la experiencia, he aprendido que toda situación es útil, y aunque no me vaya bien, es importante mantener los pies en la tierra, reflexionar e intentar mejorar”.
Sensaciones, confianza y la búsqueda del rumbo
Uno de los grandes problemas de la temporada fue la desconexión entre Bagnaia y su moto, una cuestión que incluso Gigi Dall’Igna señaló públicamente como difícil de gestionar por tratarse de sensaciones más que de datos. El propio Pecco lo asumió sin rodeos: “La temporada que acaba de terminar me puso a prueba, al igual que al resto del equipo. Trabajamos duro y lo dimos todo. No fue fácil identificar el problema principal”. El italiano explicó que parte del error estuvo en la comparación constante con el pasado: “Sí, empecé con la idea de que mi potencial con la GP24 era muy alto. Intenté recuperar esas sensaciones, pero no las recuperé”.
Pese a todo, el test de Valencia dejó señales positivas. “Por suerte, pudimos hacer un buen trabajo, dadas las buenas condiciones de la pista, así que seguimos adelante. Me sentí cómodo con varias piezas, mejor que con la GP25, aunque todavía queda trabajo por hacer en otras, pero hemos tenido un buen comienzo”, afirmó, mostrando confianza en el proceso de reconstrucción de cara a 2026. Bagnaia insiste en que la velocidad no se ha perdido: “Mi serenidad siempre ha estado intacta, porque siempre que me he sentido cómodo, he estado donde necesitaba estar. Sé que el potencial está ahí y que la velocidad no ha desaparecido. Solo necesito redescubrir las antiguas sensaciones”.
Reiniciar para volver a ser Pecco
Lejos de desconectar tras una temporada exigente, Bagnaia ha optado por mirar hacia dentro. “He estado entrenando en el gimnasio. Dos horas al día. Durante ese tiempo, he estado viendo las carreras, sobre todo las que me han ido mal, que son la mayoría. Así que nunca desconecto del todo”, confesó, aunque también reconoció la importancia de apoyarse en su entorno personal. En cuanto a la presión externa y los comentarios, como la recomendación de Jorge Lorenzo sobre trabajar con un coach, fue claro: “Se dicen tantas cosas. Cada persona tiene su propia opinión, y es normal que cada uno tenga su propio punto de vista, pero cada piloto es distinto”.
Cuando se le preguntó por la dificultad de empezar de nuevo, su respuesta fue directa y reveladora: “Es fácil para mí. Estoy listo para empezar de nuevo”. Esa frase resume el estado mental de un piloto que, pese a un año complicado, no se siente derrotado. Bagnaia sabe que Ducati seguirá siendo una referencia y que su sitio en el proyecto no está en duda: “La sensación es que nada ha cambiado”. Con la vista puesta en Malasia y Tailandia, el campeón italiano afronta el futuro con una mezcla de autocrítica y determinación, convencido de que, si recupera las sensaciones perdidas, el Pecco ganador volverá a aparecer.
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