
Bagnaia sigue sin levantar cabeza y la Sprint ha sido una nueva muestra de que las cosas no funcionan dentro del box.
No ha sido un buen día en la oficina para Pecco Bagnaia ni de lejos, parece que Japón fue solo un espejismo. El italiano ha finalizado décimo noveno en la Sprint y para mañana tendrá que asumir una sanción de tres posiciones en la carrera larga. Durante las Q2 el #63 ha molestado a Marco Bezzecchi hecho, que tras ser revisado ha llevado a Dirección de carrera a tomar dicha decisión. Estas eran las sensaciones tras finalizar la jornada del sábado que nuestro colaborador Manuel Pecino nos ha hecho llegar.
No parece que el trabajo esté dando sus frutos. «Muy difícil. Hemos mirado los datos y lo hemos entendido… o mejor dicho, estamos intentando entenderlo. Es complicado porque los datos dejan muy claro lo que ha pasado: la moto se movía mucho, pero no sabemos por qué. No lo entiendo, estamos trabajando mucho. No sé cuántas veces han intentado encontrar una solución este año, pero hemos comprendido que no es algo relacionado con la configuración o la electrónica. Es otra cosa y estamos tratando de entender qué es«.
Resume el fin de semana hasta el momento. «Es extraño porque ayer empezaba a sentirme un poco mejor y lo mismo esta mañana. En la clasificación empecé a notar algo raro y en la Sprint, de nuevo, no podía pilotar la moto. Una vez más, era un mero pasajero, solo intentaba controlar las sacudidas y muchas veces tuve que cerrar el gas al salir de las curvas, es extraño«.
Un tramo final complicado
Si su compañero estuviese en el otro lado del box… la Ducati seguiría siendo la mejor moto de la parrilla este fin de semana. «Creo que, si Marc hubiera estado aquí, habría subido al podio, así que quizá sí lo sea. Ahora mismo estamos centrados en entender qué es lo que no funciona. Porque nuestra moto es fuerte cuando todo va bien, pero por alguna razón mis dos motos no funcionan con normalidad. Tenemos que entender el motivo, porque no conseguimos explicar todos estos movimientos«.
Una moto que solo ha funcionado con normalidad en Japón. «Sinceramente, terminar la temporada así es duro. Afortunadamente, Motegi también ayudó al equipo, nos demostró que en una situación normal podemos luchar. Solo tenemos que entender por qué solo ocurrió en Japón, en teoría debería ser todo igual, así que se nos escapa algo. La moto es la misma, como lo era en Indonesia, pero solo ha funcionado con normalidad en Motegi. ¿Por qué? El equipo está tratando de averiguarlo«.
Sus sensaciones a día de hoy desde el inicio de la temporada no han ido a mejor. «Son peores y también es difícil entenderlo. No estaba contento porque no podía luchar, solo seguirlos, pero la moto se comportaba de manera similar a la de 2024. Desde Le Mans, y luego en Austria, todo ha empeorado«, sentencia Pecco Bagnaia.
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