Héctor Barberá ha hablado con Roadracing World sobre toda su carrera deportiva, entre otras cosas personales.
La carrera de Héctor Barberá ha sido larga con muchos cambios y numerosas noticias polémicas que le perjudicaron a lo largo de los años. No obstante, para este medio inglés repasa muchas cosas de su vida, y también de su día a día. Además recuerda toda su trayectoria, desde Moto2 pasando por MotoGP e incluso en WorldSBK cuando la experiencia no fue tan positiva para él por el final que tuvo.
Piloto de procedencia de una ciudad pequeña donde entrenar es distinto. “Nunca pensamos en pilotar en los circuitos. Solo pensamos en los trials. En mi pequeña ciudad (Dos Aguas, Comunitat Valenciana), en las montañas es fácil para mí rodar todos los días con la moto pero no en los circuitos”.
Cuando firmó con Jorge Martínez ‘Aspar’ en 2002 con 15 años. “De repente, iba a ir a Suzuka. Antes de eso, nunca había volado. Fui a Japón y nunca piloté esa moto, y acabé en la decimosexta posición. No está mal. Nunca rodé en invierno porque estaba lesionado en septiembre y pasé más de un mes en la cama. Fui a Qatar sin test de invierno, y en la primera carrera gané. Pero la Ducati no era buena en ese momento. Ese año no era demasiado malo, algunas veces estaba en el top 10 o top 8”.
“Fui a Qatar sin test de invierno, y en la primera carrera gané”
El año 2016 cuando volvió a correr, y el 2018 al pasar a Moto2. “Fui muy rápido ese año. Terminé cuarto, quinto, sexto. Estaba décimo en el campeonato y en la categoría Open. Algunas veces empezaba desde primera fila. En la primera carrera de 2018 terminé vigésimo y con un espacio de 45 segundos. Después de mi cuarta carrera en Le Mans, mi hueco era de 12 segundos y terminé undécimo. Y luego después de eso cometí un error, uno muy malo, y lo siento mucho”.
En su vida le han arrestado varias veces, cosa de la que se arrepiente mucho. “Fui a la salida del restaurante, bebí una botella de vino con mi novia, luego champagne, y luego fui a casa. Sé que bebí, así que iba lento. La policía me siguió y me paró. Dijo que estaba conduciendo como un loco, pero sé que eso no es verdad. Dijo ‘me suena tu cara’. Me llevó al calabozo y lo escuché llamar a la prensa. Era el mismo policía que me paró cuando tenía 18 años. No estaba contento por esto porque tengo una familia. Mi hermana tiene hijos, y cuando van a la escuela se conocen”.
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