
El piloto de KTM, Brad Binder, cuenta como le afecta el estrés y los nervios después de terminar cada una de las carreras del calendario de MotoGP y cómo afronta estos problemas.
Esta ha sido la primera temporada de Brad Binder en la categoría reina. Le bastaron solo tres carreras para llevar a su KTM a lo más alto del cajón haciendo historia en MotoGP. A pesar de ese buen comienzo, el resto de la temporada el piloto ha demostrado ser un poco irregular. Es por eso que el sudafricano ha querido explicar el por qué de sus problemas.
Aunque Binder ya sabía lo que era proclamarse campeón del mundo cuando competía en las categorías inferiores del mundial, está claro que dar el salto de Moto2 y Moto3 a MotoGP es algo que hay que saber gestionar. El piloto de KTM aún tiene mucho que aprender pero, lo más importante, aún debe adaptarse a la categoría reina para poder ampliar su palmarés.
En plena pretemporada y a solo dos meses de dar el pistoletazo de salida a la temporada 2021, Brad Binder ha querido sincerarse y contar los problemas que padece cada vez que termina un fin de semana de carreras. No hay que olvidar que el hecho de haber conseguido la primera victoria de la fábrica le ha puesto mucha presión sobre sus hombros que el sudafricano no está sabiendo gestionar.

«En el momento en el que me baja todo el estrés y me relajo, me entra un fuerte dolor de cabeza»
«Lo primero que me viene después de cada carrera es un dolor de cabeza muy fuerte«, revela Binder en declaraciones recogidas por Motorsport. Además, añade que «en el momento en el que me baja todo el estrés y me relajo, me entra un fuerte dolor de cabeza. Luego, por lo general, duermo muy bien la siguiente noche«.
No hay que olvidar que muchas de sus rutinas han cambiado, como el hecho de tener una mayor presencia en la prensa. «Después de cada carrera ahora tengo muchos más compromisos con los medios. Los años anteriores era distinto, nada más cruzar la línea de meta ya estaba subido en el coche camino al aeropuerto, ahora sé que todavía no he terminado cuando he cruzado la línea de meta. Pero al margen de esos dolores de cabeza, no tengo más problemas«.
Durante estos meses sin carreras, Binder se refugia en la casa de sus padres en Potchefstroom, Sudáfrica. Allí se ha concentrado en entrenar a fondo para prepararse físicamente de cara a la próxima temporada en la pista de motocross que tienen dentro de la propia finca. Pero, además, estos meses rodeado de los suyos también le pueden estar ayudando para superar sus miedos.
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