El piloto alemán aborda los retos y esperanzas para el futuro de Honda tras años de esfuerzo como piloto de pruebas.
Stefan Bradl continúa su carrera en el mundo del motociclismo, aunque en un rol diferente al que le dio notoriedad. Después de años de competir a nivel profesional, Bradl ahora se dedica a las pruebas y desarrollo de motos en Honda, una tarea que ha asumido con dedicación desde 2018. A lo largo de su carrera, el alemán ha sido testigo de los altibajos de Honda, especialmente en los últimos años, donde la marca japonesa ha luchado por mantenerse competitiva en la élite del motociclismo mundial.
En sus últimas declaraciones a GPOne, Bradl compartió sus pensamientos sobre el futuro cercano y sus funciones en Honda. “Haré dos días de pruebas en Sepang la próxima semana, el 18 y 19 de diciembre. Y, para ser sincero, estoy contento de que las tareas que he manejado solo durante los últimos siete años ahora se dividan entre otros dos colegas”, explicó el piloto, quien lleva años siendo una pieza clave en el desarrollo de la moto de MotoGP para HRC. Este cambio en su rol es un alivio para el piloto, quien se ha visto abrumado por una carga de trabajo considerable. Desde 2020 hasta 2022, Bradl asumió tareas muy exigentes, sustituyendo a varios pilotos de renombre como Marc Márquez, Franco Morbidelli y Álex Rins en múltiples ocasiones. “La carga de trabajo fue realmente pesada, especialmente en los últimos dos años. Y desde 2020 hasta 2022 a menudo sustituí a Marc Márquez en el equipo Repsol”, detalló el piloto alemán.
“Necesitamos nuevas ideas para ir en la dirección correcta”
El aumento de su responsabilidad, unido a los desafíos de competir en una moto que no ha mostrado el rendimiento esperado, generó un periodo de frustración. Sin embargo, Bradl no dudó en recalcar la importancia de su función en Honda, incluso cuando los resultados no han sido los esperados. “Nunca he considerado la opción de cambiarme de equipo. Nunca surgió esa oportunidad y nunca lo pensé seriamente. Porque en HRC estoy muy a gusto, incluso si los resultados no están a la altura de nuestras expectativas”, afirmó. En su opinión, el ambiente en el equipo es positivo, tanto a nivel humano como profesional. Sin embargo, reconoce que es necesario un cambio significativo para que Honda recupere la competitividad. “Ahora necesitamos un nuevo enfoque y nuevas ideas de la alta dirección de HRC para que las cosas avancen en la dirección correcta”, expresó.
El equipo de pruebas de Honda ha pasado por varios altibajos, especialmente en los últimos cinco años. A pesar de contar con pilotos experimentados como Bradl, el desarrollo de la RC213V no ha progresado como se esperaba. Bradl comentó sobre esta situación y las dificultades para obtener buenos resultados en las pruebas: “Sí, no se puede transformar una Honda en una Ducati o una Suzuki. No depende de los pilotos ni de los comentarios que hagan. Honda debe construir una moto competitiva”. A pesar de los esfuerzos de Bradl y otros pilotos, como Johann Zarco, el rendimiento de Honda en el campeonato ha sido inconsistente. “Al final, todos hicieron su trabajo lo mejor que pudieron y aportaron información basada en su experiencia previa”, señaló sobre los pilotos que han probado la moto en los últimos años.
“Podemos dar información, los ingenieros deben construir la moto”
A lo largo de su carrera, Bradl ha sido testigo del auge y caída de muchos compañeros de equipo. Aunque los comentarios de los pilotos de pruebas son esenciales para el desarrollo de la moto, el alemán dejó claro que el progreso real depende de los ingenieros de Honda. “Marc Márquez siempre dijo que él solo podía proporcionar información y que después los ingenieros debían construir la moto. Solo puedo estar de acuerdo con él”, subrayó Bradl, quien también destacó la buena relación que mantiene con Márquez y otros pilotos. “Siempre me he llevado muy bien con él, incluso cuando se trataba de identificar las debilidades de la moto”.
Finalmente, Bradl habló sobre sus propios desafíos personales y la estabilidad que ha encontrado en su vida fuera del motociclismo. “Desde agosto pasado estoy casado con mi novia de toda la vida, Jana, y soy padre de una hija de casi tres años llamada Alina”, compartió, destacando que, aunque el trabajo en Honda sigue siendo demandante, su vida personal le proporciona el equilibrio necesario para seguir adelante en su carrera profesional.
A medida que se acerca el año 2024, el futuro de Bradl en el equipo de pruebas de Honda parece estar garantizado, aunque con algunas incertidumbres sobre su participación en las competiciones. “No haré más comodines a menos que sea absolutamente necesario”, afirmó, pero también dejó claro que no cerraría la puerta a la posibilidad de sustituir a algún piloto si las circunstancias lo requiriesen. Sin embargo, con la incorporación de otros pilotos como Aleix Espargaró y Taka Nakagami, Bradl confía en que la carga de trabajo se distribuya de manera más equitativa.
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