
A pesar de no estar recuperado de su lesión, Cal Crutchlow completó la carrera del domingo en décima posición. El piloto da por bueno este resultado y espera recuperarse antes de Le Mans, próxima cita en el calendario.
La mala suerte parece haberse cebado con Cal Crutchlow. Después de su fractura del escafoides de la mano derecha en el Gran Premio de España, que le obligó a pasar por el quirófano, el británico ha tenido que ser intervenido otra vez. En esta ocasión, de síndrome compartimental. Una operación que no le permitió estar en Misano. Pero, para rizar el rizo, el británico sufrió una lesión en los ligamentos mientras salía de realizarse la PCR necesaria antes de participar en el último Gran Premio de Catalunya. Sin embargo, Cal Crutchlow tomó la salida de la carrera el domingo y cruzó la meta en décima posición.
El británico partía el 16º en la parrilla de salida. En carrera, hizo una buena salida y consiguió remontar hasta la 10º posición. «Han sido condiciones difíciles de carrera. Confiaba en poder hacer una buena carrera y finalmente hemos sido capaces de conseguir un top ten. Creo que ha sido bueno terminar la carrera después de dos fuera», ha dicho el piloto en declaraciones a la web de MotoGP. «Al final de la carrera me he sentido más fuerte».
El piloto aún no está recuperado al 100% de la operación de síndrome compartimental. Sin embargo, espera que de cara a la próxima cita, en dos semanas en Le Mans, haya sanado algo más. «Mi brazo derecho está duro como una piedra. Tuvimos al doctor aquí y lo comprobó todo. Dice que es normal. He decidido pilotar. Por supuesto que me molesta, podría ser más rápido. Pero no hay tiempo para dejar que el brazo se cure«, ha asegurado el piloto en declaraciones recogidas por el medio alemán Speedweeek.
Crutchlow es el único piloto en la parrilla que no lleva el holeshot en su moto, y no sabe cuándo podrá montarlo. Aún así, el británico considera que «hice una gran salida» en la carrera del domingo. «Si todo fuese al 100%, definitivamente podría estar delante. Tengo exactamente las mismas sensaciones que antes de la operación. Pero ahora también estoy perdiendo rendimiento», ha asegurado. No pierde la esperanza de que, en estos diez días que faltan hasta la siguiente cita, mejore. «Mejorará. Es solo una sensación extraña. No he tenido ningún problema de calambres en el antebrazo durante cinco años. Pero tuve que irme urgentemente de Misano porque tenía el brazo abierto«, concluye el piloto del LCR Honda.
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