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La celebración más loca del Mundial de Crivillé: un sillón por la ventana del hotel

7 Jul. 20 | 14:30
Álex Crivillé Marc Márquez Valentino Rossi Dani Pedrosa Jorge Lorenzo MotoGP 2020 coronavirus
Foto: motogp.com

Santi Hernández y Valentín Requena recuerdan en Radio MARCA el título mundial de Álex Crivillé y la celebración más loca que se recuerde. La anécdota de una fiesta que acabó con un sillón en la piscina del hotel de Río de Janeiro

1999. 24 de octubre de 1999. Una fecha que marcó un antes y un después en la historia del motociclismo español. Alex Crivillé se convertía en el primer español en ganar en la máxima categoría del Mundial de Motociclismo, en 500cc. Una fecha que los aficionados españoles tienen marcado en su memoria y que dejó el nivel de los pilotos españoles en lo más alto, demostrando que también podían imponerse a estadounidenses, australianos o italianos.

Por aquel año un joven Santi Hernández llegaba al Mundial de MotoGP para quedarse hasta día de hoy. “Me siento orgulloso de ser partícipe de aquel equipo. Era muy joven, tenía 24 años, acababa de llegar al mundial. Para mí, antes de llegar al campeonato, mi ídolo era Álex Crivillé y cuando tuve la posibilidad de trabajar a su lado imagínate cómo me sentí. Era un sueño hecho realidad, trabajar al lado del que siempre te has fijado. Para mi fueron muy buenos momentos, muy divertidos”, explicaba Santi Hernández, recordando su llegada al Mundial de 500cc y su primer título de campeón del mundo.

Álex Crivillé Marc Márquez 500 cc 125 cc Honda MotoGP
Foto: MotoGP

“Doohan se lesionó porque tenía a un Crivillé empujando”

“Yo estaba en un segundo plano y no estaba del todo informado, hay muchas cosas que no sabes y que no te llega la información. Cuando se sabe que la lesión de Doohan era más grave de lo que se esperaba… HRC se lo tenía que jugar todo a una carta, que era Álex. Tenía que intentar ganar el mundial. Crivillé se ganó el derecho de ser el piloto número uno, se lo merecía, era el único que ponía entre la espalda y la pared a Doohan. Álex abrió la puerta a todos los grandes pilotos que tenemos actualmente, sin olvidarnos de Ángel Nieto”, recordaba Santi Hernández de sus primeros viajes al Mundial de MotoGP, con la lesión de Mick Doohan siendo clave para la coronación de Crivillé como campeón mundial.

A pesar de la lesión del australiano sufrió una lesión que le impidió luchar por el título mundial, Santi no quita valor e importancia al logro de Crivillé en 1999: “La clave fue, por mucho que digan que Álex tuvo suerte, que, desgraciadamente, Mick Doohan se lesionó en Jerez. Pero no podemos olvidar que se lesionó porque tenía a un Crivillé empujando, tuvo que arriesgar más de la cuenta. Ya le estaba poniendo el nivel alto al que era actualmente el campeón del mundo. En ese momento Álex vio el cambio de poder ver que puedes ser campeón del mundo”, pero lo mejor fue poder formar equipo con su el que entonces era su ídolo: “Fue un día que recuerdo con mucha ilusión […] Lo tengo en el recuerdo y nunca se me va a olvidar, formar parte de ese título y ese equipo”.

Alex Crivillé MotoGP Honda DAZN
Foto: MotoGP

Así fue la celebración más loca de un mundial

“Imagínate. 1999, 24 años, trabajando con mi ídolo, con el piloto que siempre he visto por la tele, en Río de Janeiro. Hasta aquí puedo contar”, así empezaba Santi Hernández, recordando entre risas la celebración del mundial de Crivillé en Río de Janeiro. Una fiesta de la que todo el mundo ha conocido la anécdota en la que Ángel Nieto estaba implicado.

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“Yo recuerdo en la celebración, que yo no estaba en el hotel donde se hizo. Había una piscina, nos tiramos todos a ella, empezamos a tirar gente. Yo me fui a cambiar de ropa y me volvieron a tirar a la piscina. Es más, me quede sin ropa y recuerdo que me tuve que subir a la habitación de Álex [Crivillé] para que me dejara ropa suya para poder continuar en el hotel, para seguir estando en la fiesta porque toda la ropa estaba mojada. No tenía ni zapatillas, nada, nada de nada”, añade Santi Hernández.

“A nadie se le ocurre hacer una cena al aire libre, con un jardín precioso y al lado de una piscina”, explicaba Valentín Requena entre risas, presente en aquella celebración. “¡Estaba bien pensado!”, respondía Santi Hernández entre carcajadas.“La piscina estaba retirada. Pero si, sorprendentemente, un sofá se cae a las dos de la mañana, o antes, creo que Crivillé no se había metido en la cama. Pero, evidentemente, ante la insistencia de Ángel Nieto que era mucha, hay un sofá que se cae y no se cayó la televisión de milagro. De aquella eran televisiones de tubo, no de estas pantallas que hay ahora y que no pesan nada”, continuaba Valentín.

“Ángel le dijo: ‘¿Qué haces aquí? ¡Vámonos!’. Se fueron a las discotecas que había entonces a Copacabana. Fue algo tremendo. Hubo gente que huyó de esa piscina porque cuando salía, estaba en una de las salas del hotel Emilio Butrageño que, entonces, tenía un cargo oficial de Director General de Deportes que había ido en representación del deporte nacional. Huyó de la piscina, él y el representante de Repsol. Los Grandes Premios de Brasil siempre han sido muy anecdóticos”, explican entre más risas.

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