
Todos sabemos que la competición más grande del mundo de las dos ruedas tiene un alto coste, pero hoy analizamos algunas de las cifras con las que trabajan los equipos durante el Mundial de Motociclismo, gracias a la información aportada por Gavin Foster en la revista SuperBike Magazine, de Sudáfrica.
En los días en los que vivimos, hablar de un deporte conocido significa hablar ya de un deporte en el que el negocio está a la orden del día. Cada vez se genera más dinero en el deporte, todo sigue un círculo vicioso entre televisiones, aficionados, patrocinadores, ‘merchandising’, etcétera. El motociclismo no es para menos, un deporte (o negocio, como queramos verlo) que en su máxima expresión mundial mueve a millones y millones de aficionados alrededor del planeta.
Desde la llegada de Dorna al Mundial todo se ha magnificado, desde los seguidores de MotoGP hasta la emoción de las propias carreras. MotoGP es un gran escaparate para todo tipo de marcas, y una gran prueba de ello es Michelin, el proveedor de neumáticos de la categoría reina. La marca de gomas lleva al Mundial alrededor de 1.400 compuestos tanto de seco como de mojado, con especificaciones diferentes, por todos los puntos del mundo por donde pase MotoGP. Todo ello con un equipo técnico especializado en los circuitos. Por esto, Michelin no recibe de forma directa una compensación económica, sino que debe pagar a la organización alrededor de 23 millones de euros.
En el caso de los equipos de la categoría reina, las cifras son estratosféricas. Si tenemos en cuenta los números que dio el team manager del Pramac Racing en 2016 para Bikesportnews, Francesco Guidotti, estas son las cifras que salen: si tratamos el sueldo de los pilotos, puede variar en gran medida, desde los más de 130.000 euros hasta auténticas cantidades millonarias con hombres como el campeón del mundo, Marc Márquez, el piloto mejor pagado en la historia por una fábrica de MotoGP.
En el caso del Pramac, son un equipo satélite con dos pilotos, por lo que el coste de las cuatro Ducati de las que disponen ronda los cuatro millones de euros. Este coste, no incluye los recambios y los daños de las caídas, que ascienden en un año habitual a los casi tres millones y medio. No hay ninguna caída barata en MotoGP, cualquier pieza de estas motos de competición tiene un gran valor, como reflejaron las declaraciones del pasado año a The Telegraph de Christophe Bourguignon, jefe de equipo de Cal Crutchlow en el LCR Honda: «Una caída te puede costar entre 15.000 y 100.000 euros».

En cuanto a todo el ‘staff’ del equipo, el millón de euros para unos 30 o 35 trabajadores está casi asegurado, así como unos cinco millones en el apartado de transportes y logística del equipo, para sumarle casi 200.000 euros en la logística y transporte de las motos, sus componentes y todo el material necesario.
Los costes de las operaciones de los camiones ascienden a los 120.000 euros, contando dos de los camiones para las motos y las piezas, y cuatro para el hospitality en territorio europeo (todo ello, considerando que el equipo ya tenga comprados estos camiones, sino los costes seguirían al alza). El funcionamiento de estos hospitalities tampoco es barato. En circuitos como los españoles, un equipo puede servir hasta 1.000 platos por día. Todo el equipamiento de esta zona cuesta dos millones de euros, y los gastos en los productos y servicios que se ofrecen llegan hasta los 700.000 euros.

Si los costes de MotoGP los comparamos con los de la Fórmula 1 aún pueden parecernos incluso baratos, desde el punto de vista de los equipos hasta en algo tan básico como las licencias de los pilotos para poder correr. Estas, son algunas cifras sobre las que el Mundial de Motociclismo se mueve, unas cifras que pueden llevar tanto a la gloria como a la ruina a equipos y empresas al completo.