
Como cada semana después de un Gran Premio, Alex Crivillé embajador de AMV Seguros, hace un análisis de todo lo acontecido durante el fin de semana.
El Gran Premio de la Emilia Romagna nos volvió a regalar un podio completamente español en la categoría reina. La victoria, tras mucho tiempo con algunos problemas, de Maverick Viñales llegaba tras una caída de Pecco Bagnaia quien lideraba en ese momento. Joan Mir, por su parte, protagonizó una gran remontada desde la decimoprimera posición hasta la segunda, demostrando sus ansias y juventud. En el caso de Pol Espargaró, el catalán consiguió su segundo podio del año tras una sanción a Fabio Quartararo, sin embargo, después de haber estado luchando toda la carrera.
Los heroes del fin de semana
Como cada semana post Gran Premio, Álex Crivillé embajador de AMV Seguros hace un análisis de todo lo acontecido. Empezando por la victoria del piloto de Yamaha. «Viñales ha conseguido espantar los fantasmas y mostrar de nuevo su mejor versión con su primera victoria de la temporada en Misano. La verdad es que Maverick ha trabajado muy bien. Ha trabajado con los neumáticos. Ha hecho vuelta a vuelta, pensando más en carrera y no en hacer la vuelta rápida. Al final, ha recogido la recompensa del trabajo bien hecho con el equipo. Lo pudimos ver en Misano, con una gran carrera de principio a fin. Además, tiene claro que éste puede ser su año«.
Tras su segundo podio consecutivo, Joan Mir comienza a situarse como uno de los contendientes en la lucha por el título. «Joan Mir está siendo la revelación, es increíble. Es un piloto que no clasifica muy bien, pero hace unas remontadas espectaculares. En Misano consiguió dos podios consecutivos y creo que es de los pilotos por los que hay que apostar. Barcelona le gusta y la Suzuki funciona bien, porque tiene velocidad punta. Es un binomio que puede estar entre los mejores y puede llegar la primera victoria de Mir«.

Un mundial muy apretado
Las Ducati, sin embargo, parecen no encontrar el camino a seguir para ser regulares en cuanto a victorias y podios se refiere. «Las Ducati también van bien en el Circuit de Barcelona-Catalunya. Pecco Bagnaia es uno de los pilotos rápidos esta temporada. La verdad es que la caída del otro día en Misano fue un poco inexplicable. Parece que se encontró con un tear off en la pista y eso le hizo resbalar. Barcelona se puede adaptar muy bien a su pilotaje y la Ducati corre. En Barcelona, al tener una recta muy larga, es importante tener potencia en la recta. Andrea Dovizioso se encuentra en una situación un poco difícil y su futuro es incierto«.
Sin duda, tras Misano el mundial vuelve a empezar. Los cuatro primeros se encuentran separados por tres puntos, el campeonato más apretado de los últimos tiempos. «La lucha por el título de MotoGP está tan apretada en el ecuador del campeonato que los cuatro primeros de la clasificación están separados por sólo cuatro puntos. Además, entre el primero y el octavo hay sólo 25 puntos de diferencia. La verdad es que está al rojo vivo. En Barcelona se nos presenta un gran premio interesante, con posibilidades para los nuestros para volver a intentar ir a por la victoria. Maverick Viñales está a tope, Joan Mir también puede ir a por ello, Pol Espargaró… De hecho, es un circuito que a nuestros pilotos les gusta porque corren en casa y saldrán motivadísimos«.
Barcelona, la próxima cita
La próxima cita: Montmeló, un circuito que el propio Crivillé conoce muy bien. «El circuito de Barcelona-Cataluña mide 4.627 metros y tiene 14 curvas, de las que ocho son de derechas y seis de izquierdas. La recta principal es larga, mide 1.047 metros, y en ella se llega a una velocidad de alrededor de 350 km/h. El punto crítico es el curvone en la 3. Es una curva muy larga y de derechas. También destacaría la curva de la frenada del Estadio, la curva 10, donde normalmente se deciden las carreras al final. Es una buena apurada de frenada en un sitio clave. Tengo muy buenos recuerdos. Allí logré dos victorias: una en 1995 y otra en 1999«.

Allí consiguió la victoria en 1999, el año que ganó el título. «Tengo muy buenos recuerdos. Allí logré dos victorias: una en 1995 y otra en 1999. La victoria de 1999 fue muy peleada porque, a poco del final, iba segundo. En la última vuelta le recorté un segundo a mi compañero de equipo, Tadayuki Okada, y pude conseguir la victoria. También fue el año en el que conseguí el título mundial. Creo que siempre ha sido un circuito que me ha dado muy buenos resultados y la afición siempre ha estado ahí empujando. Esto siempre queda ahí en tu mente«.
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