
El campeón del mundo, Álex Criville, ha explicado su experiencia junto a Giacomo Agostini. EL catalán ha hablado largo y tendido sobre la figura del italiano.
Álex Crivillé ha grabado junto a AMV Seguros, marca de la que es embajador, un documental llamado ‘Inside Álex Criville’. Para la primera entrega, el ex piloto ha elegido la figura de Giacomo Agostini, piloto al que admiraba desde niño y que, ya siendo adulto, se convirtió en su jefe de equipo en 250cc. Esta primera entrega la han denominado ‘Giacomo Agostini, la leyenda del caballero’.
Crivillé tenía apenas siete años cuando Agostini se retiro, sin embargo esto no fue impedimento para que el italiano fuera su ídolo en la infancia. Aunque no recordaba haber visto pilotar a Agostini, Crivillé sabía que era un mito como Ángel Nieto y siempre ha reconocido que lo que consiguió es muy grande. «La primera impresión cuando conocí a Giacomo es que era una leyenda, pero también un caballero«, explica en el documental.
El ex piloto también reconoce que todos los consejos que Giacomo le daba él siempre los tenía en cuenta, porque sabía que todo lo que él estaba pasando en ese momento, Agostini ya lo había vivido. Puso especial atención en la temporada donde el italiano se convirtió en su jefe de equipo ya que esa temporada en 250cc fue muy difícil para Álex Crivillé y necesitó mucho ese apoyo.
Además, Crivillé afirma que cuando Agostini le llamó para formar parte de su equipo le hizo mucha ilusión. «La verdad es que estaba entusiasmado porque había conseguido el título mundial de 125cc y teníamos la oferta de pasar a 250cc con Giacomo Agostini y Luca Cadalora como compañero de equipo; y además estaba Philip Morris que apoyaba el proyecto al 100%. La verdad es que era un equipazo«, relata.

Crivillé: «Cuando llegaron los resultados ya era tarde»
Álex Crivillé también ha contado como fue la primera impresión que tuvo de Giacomo Agostini. Afirma que fue un gran profesor y que siempre les daba muchos consejos. A pesar de todo, no fue una gran temporada para el ex piloto catalán ya que sufrió muchas caídas y tuvieron problemas técnicos con la moto. A pesar de todo lo malo, Crivillé asegura que aprendió muchísimo este año con Yamaha y el italiano.
El ex campeón reconoce que se dio cuenta de lo necesario que es tener un buen equipo técnico. Crivillé explica que «como jefe de equipo, yo tenía a su hermano Felice y también estaba Kel Carruthers, que era un gran ingeniero pero estaba más con Cadalora que conmigo. Al final me di cuenta que era importantísimo afinar la moto, que fue lo que hizo Kel Carruthers. Al final de la temporada me cogió la moto y me afinó cilindros, escapes… Puso lo que tenía que poner, pero fue un poco tarde. Fue cuando empezaron a llegar los resultados al final de la temporada«.
¿Ya te SUSCRIBISTE GRATIS a Motosan.es en la campana? Pues ahora deja TU OPINIÓN debajo en los comentarios