Danilo Petrucci está pasando estos días de encierro en casa de sus padres, en Terni. Mientras tanto, aprovecha para tratar de entrenar y recuperarse de algunas dolencias que aún sufre.
Como otros tantos italianos, Danilo Petrucci se encuentra sin salir de casa. El piloto de Ducati trata de hacer frente a esos días de encierro como cualquier otro: pasando tiempo con su familia, descansando y entrenando lo máximo posible. El inicio del Mundial de MotoGP está previsto para mayo, aunque todo dependerá de cómo avance la situación. Dos meses de retraso para volver a la acción, dos meses para volver a la moto: lo único en lo que piensa Petrucci durante estos días.
En declaraciones recogidas por el medio Sportfair, Petrucci ha explicado que estos días se encuentra en casa de sus padres, ya que su familia ha tenido un pequeño ‘susto’. “Preferí regresar aquí, también porque hace una semana mi padre estaba enfermo: fiebre, tos… En el hospital le hicieron los análisis, afortunadamente negativos, y ahora está cortando el césped en el jardín”, ha dicho el piloto de Ducati. Sin embargo, aunque su padre se encuentra bien, Petrux asegura que está preocupado por sus allegados que viven en el norte del país. “Estoy muy preocupado especialmente por la situación en el norte de Italia. Enrico Crippa, mi asistente, vive en el centro de la zona roja y es duro allí”.
También ha hablado de su día a día. Petrucci asegura que sabe lo que está sucediendo gracias a Internet, “leer periódicos, tratar de leer la información y evitar las noticias falsas”. En lo referente al trabajo, trata de continuar su rutina de entrenamientos lo más normal posible. “Estoy tratando de entrenar como puedo: los últimos días he estado en bicicleta de montaña y subí las colinas solos“, ha explicado. “Estoy organizando un gimnasio en casa. Desafortunadamente, no podemos hacer moto. El decreto permite que entrenen atletas profesionales, olímpicos y de interés nacional. Si tuviera una pista privada podría correr, aunque no fuera el mejor ejemplo”.
Estos días también le están viniendo bien al italiano para terminar de recuperarse de algunas molestias que venía padeciendo de hace meses. “También aprovecho este tiempo en reposo para recuperarme de viejas dolencias: el hombro, el muslo…” ha dicho. Aunque reconoce que echa de menos su moto y ha explicado cómo se sintió con la cancelación de la carrera de Qatar. “No sé cuándo pilotaré la Ducati número 9. Cuando me dijeron el domingo antes de Qatar que no iba a correr, sentí una sensación de vacío y tristeza. Y psicológicamente luché toda la semana, tenía poca concentración y ganas de hacer algo. Como alguien que se prepara mucho durante meses y de repente te dicen que todo es una broma”.
Pero ya mira al futuro, y aunque sabe que a nivel económico será un desastre, también es consciente de que este episodio que estamos viviendo traerá lecciones. “Cuando todo termine, será un duro golpe para la economía. Este desastre ha traído una sensación de unidad que, sin embargo, también me gustaría ver entre los políticos que siempre están peleando. Debe recordarse que no somos ni izquierdas ni derechas, sino italianos“, afirma rotundo el piloto de Ducati. “Hay personas que mueren, personas que enferman, un gran desastre. En Italia sufrimos este golpe primero y esperamos salir de él antes. Y mientras tanto, siempre pienso en la moto“.
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