En una de las carreras más complicadas de MotoGP, Darryn Binder ha demostrado su potencial para acercarse a los veteranos.
El circuito de Mandalika ha dejado estampas de infarto. Ha sido una carrera donde los pilotos se han puesto a prueba bajo una lluvia que no daba tregua. Es el caso de Darryn Binder, el piloto cuenta como pensaba en no fallar ni cometer errores. Veíamos como Marc Márquez sufría una fuerte caída, pero el pequeño de los Binder ha conseguidor cruzar meta en décima posición.
El piloto del equipo WithU Yamaha RNF MotoGP ha dejado claro que merece estar en la categoría reina, luchando por conseguir el mejor resultado pese a los inconvenientes del temporal. Así lo hacía, enfrentándose a pilotos como Aleix Espargaró o su propio hermano, Brad Binder.
Un Binder prudente y positivo tras terminar la segunda prueba del Mundial. «Cuando alcancé a mi hermano y lo adelanté, fue algo genial. Luego baje la velocidad porque el neumático trasero empezó a bajar y no pude tirar como al principio. Fue en este punto cuando mi hermano me adelantó, intenté recuperar la posición y luego también cedi una plaza ante Aleix, pero al final estoy muy contento de cómo me ha ido. Estoy muy satisfecho con mi resultado».
El mejor rookie del fin de semana muestra sus ganas de aprender y seguro que esta prueba le aportará más confianza sobre la moto. «Ha sido una carrera interesante. Cuando empezó a llover, pensé ‘vamos, vamos, será una gran experiencia que me llevaré’. Desde la primera vuelta me ha impresionado el agarre del neumático trasero. A medida que avanzaba la carrera, estaba cada vez más impresionado por el grip y la confianza que me daban los neumáticos de lluvia».
Hasta ahora no se habían enfrentado los Binder en MotoGP, apasionante para los espectadores y para ellos mismos. «Sí, hablamos entre nosotros. Lo primero que me dijo fue ‘¡Muy bien!’. Se sorprendió de verme allí y mientras luchábamos sentí que estaba luchando por la victoria, aunque solo peleásemos por un octavo puesto».
Es pronto para arriesgarse. «Durante la carrera, sobre todo al principio, yendo cada vez más rápido me decía ‘no frenes demasiado tarde, ni aceleres demasiado pronto, no te caigas’. Quería mantener un ritmo constante, por eso me obligué a mantener la calma, luego llegué al grupo y comencé a repetirme ‘hasta ahora has hecho un buen trabajo, no te equivoques’. Ni siquiera he llegado al 80% de lo que esta moto es capaz de hacer. Estoy intentando aprender y no quiero equivocarme hasta que tenga todo controlado. En Moto3 fui más lejos un par de veces. En la próxima carrera tengo que recordar que estoy aprendiendo».
Tras todo lo que le ha aportado este circuito, Darryn Binder piensa lo que queda del Mundial. «Ha sido mi primera carrera bajo la lluvia con esta moto. Estos chicos tienen mucha experiencia en MotoGP, pero realmente lo disfruté. Ahora disfruto de este momento. Volvamos a la realidad, nos espera Argentina, que será otra pista nueva para mí en MotoGP».
Una mirada competitiva que le ha llevado a duelos peligrosos, pero sin consecuencias graves. «Estaba luchando, pero eso no quiere decir que estaba fuera de control. El único contacto cercano fue con mi hermano, pero pilotaba razonablemente bien, aunque a cada adelantamiento me repetía que no era el momento. Tenía en mente no cometer errores, pero obviamente estaba tratando de hacerlo lo mejor posible y quería terminar octavo y por delante de Brad. Al final, sin embargo, no tengo que demostrar nada, solo intento dar lo mejor de mí, no tengo que demostrarle nada a nadie, solo dar lo mejor de mí en cada sesión, entrenamiento o carrera».
Tras este resultado, el joven Binder ha mejorado su posición en la clasificación general, subiendo hasta el número 13 de la tabla. Se encuentra justo detrás de Marc Márquez, aunque aún sigue lejos de su hermano Brad que ha logrado situarse en segunda posición.
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