
La Leyenda de MotoGP fue uno de los protagonistas hace días en el podcast de Gypsy Tales, donde habló sobre su era dorada en el motociclismo.
Mick Doohan es una Leyenda en contexto MotoGP, uno de los pilotos más laureados de la década de los 90. El australiano ha hecho un gran balance sobre toda su época dando mucho detalles sobre cómo dominaba la potencia de su NSR y su adaptación a las 500cc. «Con la 500cc siempre tenías que mantener el motor en la zona que daba potencia, sobre todo en mojado, por eso tenía que usar todo el rato el embrague para desconectar la rueda trasera o de lo contrario no paraba de deslizar. Las motos de 250 de producción con las que yo corría en el 87 pesaban más que la 500 con la que corrí en 1989. La 500 de aquel año tenía 170 cv y pesaba 115 kilos, y la 250 de producción posiblemente pesaba unos 145 kilos y tendría unos… ¿35 cv?».
El ex piloto australiano de MotoGP reconoce que el camino en cuanto a la adaptación con su nueva Honda NST 500 fue muy complicado, sobre todo con las sensaciones: «Estas motos son muy rígidas. Son motos construidas como un coche de F1; una MotoGP está fabricada para correr en circuito. Con estas motos no tienes sensaciones, y cuanto más ligeras son, menos feeling tienes. Por eso digo que la 500 fue un concepto difícil de entender para mí porque jamás había pilotado nada igual, la primera vez que me subí a ella simplemente no sentía nada, la moto no quería girar, no hacía nada de lo que hace una moto normal. Tienes que buscar el modo de llevarla. La 500 es una moto muy divertida… una vez la habías entendido«.
