
El cinco veces campeón del mundo, Mick Doohan, trata en una entrevista publicada en PecinoGP la dura lesión que ha atravesado Marc Márquez y recuerda su accidente de 1992.
Es difícil no ver algún comentario sobre la vuelta de Marc Márquez a la competición en alguien del círculo más cercano de MotoGP. Durante su larga ausencia en el campeonato han ocurrido muchas cosas, pero el ocho veces campeón del mundo regresó finalmente en Portimao, y de qué manera. Los focos lo miraban con fuerza en su reaparición con una complicada Honda, e hizo mucho más de lo que él mismo esperaba: séptimo en su primera carrera tras la lesión.
Mick Doohan salió a pista con su Honda NSR500 por última vez en 1999, cuando un accidente entre las curvas 3 y 4 de Jerez le llevó a colgar el mono definitivamente. No puede olvidar la dura caída de 1992 en Assen, y la larga y estrepitosa recuperación que supone una lesión tan complicada que, en cierto modo, no acaba. Hay a quien le recuerda a los nueve meses que Marc Márquez tuvo que abandonar su Honda para afrontar un proceso de recuperación que parecía no tener fin. En una entrevista de Michel Turco al australiano, publicada en PecinoGP, se hace un largo repaso del calvario por el que ha pasado el piloto de Cervera y Doohan recuerda el suyo propio.
Marc volvió en Portimao y poco a poco intenta encontrarse de nuevo con la Honda, además de adaptarse a la rivalidad que se mueve a su alrededor. «Fue una actuación remarcable. Pareció un poco decepcionado por el final. Muy cansado. Pero una cosa es segura: se hará más fuerte a medida que avancen las carreras. Solo espero para él que su moto no haya cambiado demasiado desde el verano pasado y le permita encontrar su estilo rápidamente. A veces no se necesita mucho para tener la misma sensación cuando has estado al margen tanto tiempo. Si tiene que adaptarse a cambios que no necesariamente ha buscado, esto puede ralentizar su regreso al frente», comenta Doohan.
El australiano considera que el problema de Marc no es del mismo caso, puesto que no fueron tantos meses y «no estuve tanto tiempo lejos de mis rivales. Me lesioné a finales de junio y pude volver a competir a finales de agosto en Brasil. Obviamente, mi pierna seguía en mal estado. Cuando empecé a competir de nuevo apenas podía usar la pierna para moverme en la moto. Pero mentalmente estaba convencido de que lo superaría todo, que me adaptaría y mejoraría mi pilotaje. Estaba convencido de que, aunque no recuperara el uso completo de la pierna, podría vencerlos a todos».

«El problema de Marc es diferente. Sus rivales no se quedaron quietos durante un año, todos progresaron. En cuanto a mí, aunque la curación de la pierna me duró hasta 1994, el hecho de seguir compitiendo me permitió trabajar y analizar lo que tenía que cambiar para convertirme en un piloto capaz de volver a competir para ganar un título. Antes de su lesión Marc no había corrido en ocho meses, y luego otros nueve. Y mientras no tenía seguro cuándo podría volver a utilizar su brazo. Debe haber sido muy difícil mentalmente».
Vuelta atrás al origen de todo, en el Gran Premio de España de 2020. Marc Márquez se lesiona, pasa por quirófano y vuelve en el GP de Andalucía. «Si Marc decidió volver tan rápidamente es porque se sentía capaz. Es un tipo que lleva la victoria en la sangre. Hace treinta años habría hecho lo mismo que él y ningún médico habría podido detenerme. Si hay que culpar a alguien, el culpable es el propio deporte. Cualquier deportista que se precie siempre hará todo lo posible por superar los límites de la razón. Lo que hizo Marc debería ser una inspiración para todos los que sueñan con convertirse en campeones algún día. Para ser el mejor, tienes que creer que eres invencible y no hay razón para culpar a Marc por ello. Tiene un impulso y motivación incomparables a los de sus rivales».
Es por ello que recuerda que, en el momento en el que se fracturó la pierna en Assen 1992, lo único que podía pensar era en volver en la siguiente carrera. Confía plenamente en una rápida capacidad de Marc para afrontar las posibles secuelas psicológicas de una lesión así. «Creo que cuando eres capaz de montar durante varios días después de una operación por fractura de húmero, eres lo suficientemente fuerte mentalmente para superar un año de baja. Su nivel de exigencia consigo mismo es tal que no tiene mucho que demostrar a los demás». Respecto a lo físico: «Sus dificultades físicas durarán todavía un tiempo. Creo que son los demás los que deberían pensar en cómo ganarle cuando esté totalmente recuperado».
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