Mick Doohan, uno de los campeones de la era de 500, ha repasado uno de los días más importantes de su vida en un reportaje de DAZN, su retirada. Tras 20 años desde ese día, el australiano sigue ligado al mundo de la competición.
Mick Doohan, el piloto australiano que se convirtió en leyenda, sigue estando muy presente en el paddock y en el corazón de todos los amantes de las dos ruedas. Con motivo de los 20 años desde su retirada, DAZN, la plataforma digital que retransmite las carreras del mundial de MotoGP en España, ha querido hacer un video homenaje a uno de los días más importantes de la vida de un piloto, su retirada. Un día que sin duda será rememorado por muchos como uno de los días más tristes para los fanáticos de la gasolina. Los duelos entre Mick Doohan y Álex Crivillé no volverían a repetirse.
Del todo a la nada
La carrera de Mick Doohan había llegado a la cima. Desde 1994 había sido el dominador absoluto de la categoría de 500cc. Con 5 mundiales sobre la mesa, y la valentía de luchar por el sexto comenzaba el australiano una temporada fatídica. “Al comienzo 1999 tenía, sin duda, bastante confianza después de haber ganado el título 5 veces seguidas, pero nunca caí en un exceso de confianza pensando que no me fuera a costar. Sabía que iba a ser una temporada difícil, los otros pilotos iban cada vez más rápido, como suele ser el caso”.
“La primera carrera de Sepang finalicé el 4º, no hice podio, y en la siguiente, en Japón, llovía, y lo mismo pasó en Jerez. En la sesión de la mañana las líneas blancas deslizaban como el hielo. Salí, y en mi primera vuelta lanzada creo que fui el más rápido y en la siguiente probablemente, bueno, nada de probablemente, asumí demasiado riesgo acercándome con mucha ligereza a la línea blanca y creo que fue en la curva 3, entre la 3 y la 4 en Jerez, cuando toqué la línea blanca, hizo un poco de spinning la rueda trasera sobre la línea y… se acabó“.
Todo se había alineado en contra del piloto australiano que vio como su vida como piloto se iba terminando poco a poco. Un cúmulo de mala suerte se cebó con Mick Doohan provocándole una grave lesión en su pierna que le obligó a colgar el mono y a bajarse de la moto. “De repente me encontré volando por los aires varios metros viendo la moto desde arriba.. Ahí fue cuando me di cuenta por primera vez de que no iba sobre la moto. No recuerdo mucho más hasta que estaba en el centro médico y al comenzar me dijeron que iban a tener que cortar el mono y yo les dije: y “¿por qué?“.
Un futuro lastrado
El mejor piloto de la era de 500 estaba prácticamente convencido que su vuelta triunfal sería en su Gran Premio de casa, un sueño. Sin embargo, una complicación en la lesión de la pierna le apartaría de la competición más de medio año, unos plazos que el australiano no estuvo dispuesto a esperar. “Ha ocurrido lo inevitable, sabía que en algún momento tendría que dejarlo y, desafortunadamente, no ha ocurrido de la manera que habría deseado retirarme“, expresó el australiano ante los presentes a su rueda de prensa de despedida.
“Mi plan era regresar en el Gran Premio de Australia a final de año, pero mi pierna me falló antes, así que supe que no iba a ser el caso. Si que hice una vuelta de demostración en esa carrera, pero justo después tuvieron que hacerme una reconstrucción de la pierna, un procedimiento que dura 4 o 5 meses, más luego el periodo de recuperación, lo cual ya me llevaría a mediados de 2000, y, para entonces, ya estaba fuera“, siguió explicando.
Este anuncio supuso una gran perdida para los aficionados. Con la llegada de una nueva estrella a las filas del Repsol Honda, Valentino Rossi, todo se ponía más candente. Sin embargo, ante la mala suerte no hay nada escrito y las luchas Doohan-Rossi no pudieron producirse. “Había negociado y Valentino Rossi y yo íbamos a ser compañeros de equipo en 2000 y cuando tuve que retirarme, o levantar la mano y retirarme, en Honda se mostraron muy preocupados, así que se deshicieron de ese programa“.
Una vida ligada a las motos
A pesar de ello, Doohan nunca ha abandonado el mundo de la competición. Y es que, a pesar de que una lesión no le permitió volver a subirse a una moto, su relación con Honda sigue existiendo. Tanto es así que el australiano lleva 20 años ligado a la escudería del ala dorada trabajando con los campeones. “Entonces crearon un puesto para mí, Director General de Carreras en Honda. Y entonces, todo mi equipo pasó a ser el equipo de Valentino Rossi. Para mí fue una buena transición, me fue bien seguir participando en el deporte sin competir. Fisicamente no estaba en condiciones de competir, así que no sentía que lo echase de menos“.
“Así es el mundo de la competición tuve una buena carrera y de eso hace ya 20 años“, Mick Doohan.
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