Ya centrado en su temporada dedicada al motocross, Andrea Dovizioso vuelve a hablar de su relación rota con Ducati, especialmente pensando en una persona del equipo.
Andrea Dovizioso ya disfruta de su año sabático. Lo cierto es que para el italiano, su temporada comenzó este pasado domingo con una prueba de motocross, uno de sus grandes hobbies y al que, sin duda, le dedicará este 2021 lejos de los circuitos de MotoGP. El de Forli estuvo este fin de semana en la pista de Rivarolo Mantovano, sobre una moto de motocross del campeonato regional UISP. Fue sexto puesto por la mañana y quinto por la tarde, manteniendo la forma para un pronto regreso a MotoGP, pero compitiendo más relajado que nunca. Y, sobre todo, divirtiéndose en su tiempo libre.
«Mi primer objetivo no son los resultados. Quiero disfrutar plenamente de esta pasión, aprovechar todo lo que me da. Respirar», comentó Dovi en las páginas de La Repubblica sobre este año que dedicará al motocross, entre otras de las muchas cosas que disfruta en su vida diaria. Eso sí, teniendo en mente un regreso al Mundial de MotoGP el próximo 2022, espera, que con un nuevo proyecto que le lleve a ser campeón del mundo. Y es que Dovizioso sigue confiando en que es posible, aunque con Ducati, la relación ya no era la misma desde hacía tiempo.
«He querido dar mi opinión, pero nunca se me ha escuchado»
«Todavía podría haber luchado por el campeonato. Pero en Ducati todo se había vuelto demasiado pesado, necesitaba tranquilidad. Tengo suerte, no necesito dinero, hay cosas más importantes en la vida», añade el italiano, contento con su decisión de respirar un poco y salir del ajetreo constante que implica MotoGP. Y es que, tras ocho años con la marca de Borgo Panigale, algo se había roto dentro del box y, el pasado 2020, se pudo notar en los resultados: «En MotoGP todo está muy bien, pero sólo se disfruta si llegan los resultados. En 2020 no llegaron. No podía vivir con serenidad: en Ducati tenía buenas relaciones con todo el mundo, excepto con una persona».
Unas palabras, según apunta el medio italiano, en referencia a Gigi Dall’Igna, director general de Ducati Corse. Fue un enfrentamiento cara a cara entre el ingeniero y el piloto durante la pasada temporada, hasta el Dovizioso decidió dejar el equipo con su anuncio en el pasado GP de Austria. «El límite de la moto ha sido siempre el mismo, durante años. He querido dar mi opinión, pero nunca se me ha escuchado», zanja el italiano.
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