Ducati une pasado y presente en la moto que lucirán en el GP de Italia en circuito de Mugello, inspirado en el renacimiento.
Como ya es tradición en estos últimos años, Ducati ha lanzado una decoración especial en motivo de la celebración del Gran Premio de Italia. El año pasado el diseño estaba inspirado en el azul de la selección italiana de fútbol, este ha sorprendido con otro diseño exclusivo, inspirado esta vez en el Renacimiento italiano.
Este livery es fruto de la colaboración entre el diseñador Aldo Drudi y el historiador Marcello Simonetta, pretendiendo representar a Pecco Bagnaia y Marc Márquez como caballeros con los Demosedici representando como corceles. Ducati encuentra su esencia en el espíritu del Renacimiento, una época donde arte y ciencia se entrelazaban de forma natural.
Esta herencia se refleja en su ADN, donde la tecnología se une con la belleza. La marca se inspira en dos figuras clave: Leonardo da Vinci, símbolo del ingenio creativo y la armonía entre disciplinas, y Maquiavelo, cuyo pensamiento estratégico aporta una visión audaz y profunda.
Historia y motociclismo se unen
La historia transcurre en Florencia, donde pasado y presente se entrelazan: las armaduras del Museo Stibbert conviven con trajes de carreras modernos, y las Desmosedici se lucen en la Piazza della Signoria, rodeadas de arte clásico como el David de Miguel Ángel y el imponente Palazzo Vecchio.
Aldo Drudi se inspira en el dibujo de Leonardo da Vinci, el «Viejo Condottiero», para crear una versión moderna y dinámica de esta figura. Así, el guerrero del Renacimiento se transforma en un caballero actual montado sobre una moto, uniendo tradición e innovación. En esta representación, los pilotos encarnan la combinación de fuerza e inteligencia, enfrentándose en la pista como si fuera un campo de batalla.
Las Desmosedici, adornadas con un león y un zorro, símbolos tomados de la armadura del condottiero de Da Vinci, reflejan esa dualidad: la fuerza del león y la astucia del zorro. Esta simbología remite a la obra El Príncipe de Maquiavelo, donde se plantea que para triunfar es necesario equilibrar poder y estrategia. A través de esta historia, Ducati crea un puente entre el pasado y el presente, entre arte e ingeniería, mostrando cómo el espíritu renacentista sigue vivo en la innovación actual.
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