
Filippo Fuligni ha hablado sobre el accidente de Borja Gómez en Magny-Cours.
La muerte de Borja Gómez en Magny-Cours el pasado 3 de julio no ha supuesto sólo un duro golpe para el motociclismo; sino que también ha abierto un nuevo debate sobre la seguridad en los trazados. El español sufrió una caída durante la jornada de test previa a la ronda de ESBK en el trazado francés. La caída no tuvo consecuencias mayores para el piloto; pero al regresar a por su moto fue golpeado por la moto de Joan Santos, que se había ido al suelo pocos segundos después que Gómez.
Desde el primer momento, la falta de personal en el trazado ha sido muy criticada. La caída de Gómez no fue la única en ese punto; pero no hubo comisarios ni banderas que detuviesen la acción en la pista. Además, según se denunció posteriormente, el personal médico tardó demasiado en personarse en el trazado.
«Tuvo una caída normal»
Filippo Fuligni vivió el accidente en primera persona, acercándose a socorrer a Gómez. El italiano ha contado a Yellowflagtalks cómo vivió esos duros momentos. «A la salida de Adelaide [curva 5] Alberto García, el compañero de equipo de Borja Gómez, tuvo un problema técnico y perdió agua, probablemente con productos dentro, por tanto la pista se volvió muy resbaladiza», comenzaba el piloto.
«Desde Adelaide prosiguió hasta la curva 9, donde los comisarios cargaron su moto y se la llevaron. De los dos pilotos que iban detrás de él, uno estuvo a punto de caer porque pisó la mancha de agua. Después llegó Borja, que se cayó en la frenada de la variante Nurburgring [la chicane posterior a Adelaide]. Se le cerró el tren delantero en la frenada y tuvo una caída normal. El accidente ocurrió aproximadamente a las 12:07. Borja se levantó y corrió hacia las barreras de neumáticos porque probablemente, pero esta es mi interpretación, entendió que la situación en pista era extraña: una caída en la tercera vuelta de una sesión de libres, para un piloto experimentado como él, no es normal», ha explicado Fuligni.
Sin embargo, tal y como lamentaba el italiano, «en esa curva no había ni banderas ni paneles luminosos que señalaran el peligro y había un solo comisario, que no fue a ayudarle a levantar la moto», recordaba. Pocos segundos después, veintidós para ser exactos, Joan Santos se iba al suelo. «Pero en estos veintidós segundos ¿qué pasó?: Borja esperó un momento y después, viendo que nadie iba a echarle una mano y que los tres pilotos siguientes no se cayeron, fue a recoger la moto. Su único error fue, probablemente, dar la espalda a la pista, por tanto no vio caer a Santos».
«Todo lo que pasó era absolutamente evitable»
Fuligni señalaba a la falta de señalización en la pista. «No había ningún tipo de aviso. Veintidós segundos, en nuestro mundo, son un tiempo infinito. Le dije lo mismo a la policía, es gravísimo. Todo lo que pasó era absolutamente evitable. En esa zona había un solo comisario muy joven y no hacía nada, no agitaba banderas ni socorría. En condiciones normales, incluso en las prácticas libres, en cuanto te paras después del derrape tienes al menos dos comisarios que te alcanzan».
«Si hubiera habido banderas, cualquier piloto se habría precavido reduciendo la velocidad y tal vez se habría caído igualmente, pero más despacio. En Magny-Cours también hay paneles, pero son un extra, no deben ser una sustitución; en cambio los han usado como sustitución de personal, porque el jueves y el viernes donde había paneles no había nadie», ha afirmado.
El propio Fuligni tuvo que ir a socorrer a Gómez tras lo sucedido. «Le desabroché un poco el mono porque, al no ser sanitario, no podía tocarlo. Tenía los ojos abiertos, pero apagados en el vacío, así que traté de sentir con los dedos en el cuello si tenía latido cardíaco y con la mano en el pecho si aún respiraba. En ese momento sentí algo vital, no sé si era una reacción en los últimos instantes de vida o si era posible reanimarlo. Solo sé que si hubiera habido aunque fuera una mínima posibilidad de reanimarlo, con el retraso de los socorros se perdió», lamentaba el italiano.
El italiano habló con el equipo de Santos, quien también se lesionó en la caída, para pedir que no contasen al piloto que su moto había causado el fallecimiento de Borja. Según contaba Fuligni, «dijeron que murió en el acto, a las 12:07. Yo lo negué y dije que cuando estuve con él estaba vivo, respiraba. No murió inmediatamente, murió en los minutos de espera de la ambulancia», finalizaba.
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