Remy Gardner está teniendo una adaptación complicada con la KTM, sumando tan solo 3 puntos en las siete carreras disputadas.
El australiano Remy Gardner llegaba a la categoría con expectativas muy altas tras ganar el Mundial de Moto2 la temporada pasada. El piloto se ha visto superado por las circunstancias y por rookies como Marco Bezzecchi o Darryn Binder y solamente ha sumado 3 puntos de los 175 posibles. No obstante, la situación de su compañero de equipo de Raúl Fernández es parecida, el español no ha conseguido sumar ningún punto hasta el momento y por el camino sufrió una lesión que le dejó fuera para correr el GP de Jerez.
Más allá de las dificultades de adaptarse a la moto y conseguir entrar en la zona de puntos, lo que más está lastrando a Gardner son las caídas: Remy se ha caído un total de seis veces. Aunque no haya sufrido lesiones graves, las contusiones que está sufriendo en puntos delicados como la espalda o los brazos, le están limitando mucho a la hora de pilotar la RC16 que, des de su punto de vista, necesita actualizaciones con urgencia.
Tras añadir otro cero en Le Mans y caerse durante la carrera sin poder terminarla, el de Sidney reconoce “ha sido un fin de semana muy difícil para nosotros“. “Nos costó encontrar un buen ritmo o la configuración correcta el viernes y el sábado, pero el domingo parecía que habíamos logrado dar un pequeño paso“, cuenta el ’87’. Gardner culpa a Fabio DiGiannantonio de su caída causándole el highside que le mandó al suelo: “Di Giannantonio me cerró la puerta en los morros, salí por orejas de la moto y me tuve que retirar desafortunadamente“.
“No estoy disfrutando de mi vida”
Estar en las últimas posiciones en la clasificación general no es plato de buen gusto para Remy aunque las caídas con su KTM son constantes. Ya en el test de Jerez, salió por orejas y se golpeó la espalda con violencia, caída parecida a la que sufrió en Francia: “No estoy disfrutando de mi vida en este momento. Cada semana sufro una lesión nueva, tantas heridas y quemaduras me están afectando“, confiesa el de Australia.
A Gardner le es prácticamente imposible ser competitivo con la moto y afirma que cada vez que intenta apretar “acabo en la grava” y, por eso, hace una llamada de auxilio a KTM: “Cada vez que fuerzo, acabo en la grava. Espero que recibamos algunas novedades para la moto pronto. Esta semana en casa me vendrá bien para intentar olvidar todo esto“, confiesa el de Tech 3.
Con el mercado de fichajes tan activo, los nombres de Álex Rins y Jack Miller están vinculados con KTM y por ese motivo, Gardner es consciente de que su plaza en MotoGP está en peligro. No obstante, el tema de los fichajes es algo que no depende de él y, además, aclara que el mundo no se acaba si se queda sin plaza en el Tech 3 y que hay vida más allá de eso: “Es KTM quien tiene que decir la última palabra. Si no me quieren más, me iré el Mundial de Superbikes. Con los resultados que he logrado hasta ahora, todavía estoy indeciso sobre mi futuro”, concluye tajante Remy Gardner.
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