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El gran error de HRC y Alberto Puig de despreciar a Dani Pedrosa

28 Abr. 23 | 20:15
Foto Red Bull KTM Racing

Dani Pedrosa está siendo el gran protagonista del día ya que como “wild card” se ha metido en la Q2 como uno de los más rápidos del día.

Hablar de Dani Pedrosa es hacerlo de una leyenda, del mejor piloto de la historia de MotoGP que nunca fue campeón. De hecho tiene un mejor palmarés que la mayoría de los campeones de la categoría reina. Sólo le falta la guinda, algo que para sus seguidores, los muchos que le aman es lo de menos. Por él son capaces de movilizarse en tropel hasta Jerez para ver la que podría ser su último Gran Premio.

La historia de Dani Pedrosa está ligada a una marca, Honda y a una persona que apostó por él como nadie, Alberto Puig. Fue Puig quien lo eligió entre la multitud, vio algo especial en él que en un principio no se veía reflejado en los resultados en pista. Puig se saltó la clasificación que debía marcar los pilotos elegidos de aquella Movistar Activa Joven Cup, para elegir a Pedrosa entre los 6.000 niños que se presentaron con el sueño de triunfar en el motociclismo.

Fue Alberto Puig quien lo llevó hasta el Mundial y lo hizo debutar con una Honda de 125cc en 2001. Pronto se convertiría en la nueva promesa española, la que iba a devolver la ilusión a la afición española justo en el último año en pista de Álex Crivillé. Pedrosa se hizo con los títulos de 125cc en 2003 y 250cc en 2004 y 2005. Para 2006 llegaba el gran salto a MotoGP con el equipo soñado, el Repsol Honda. Entonces la pregunta que todos nos hacíamos no era si sería campeón del Mundo, sino cuándo lo lograría.

Desde 2006 hasta 2018 fue piloto oficial Honda, donde cosechó 31 victorias, 3 subcampeonatos y múltiples capítulos de mala suerte, categoría especial de sus muchas lesiones, que impidieron que culminara. También le tocó lidiar con una de las mejores generaciones de pilotos de la historia, Valentino Rossi, Casey Stoner, Jorge Lorenzo y por supuesto, Marc Márquez.

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Dani Pedrosa decidió separarse de Alberto Puig al finalizar 2013. Una temporada muy dura para el “Pequeño Samurai” en la que partía como favorito para el título, como el propio Valentino Rossi le señaló antes de empezar en Qatar, pero tuvo que sufrir el increíble debut de Marc Márquez. Cuando parecía que se enfilaba hacia el título desde el liderato, una nueva lesión en la primera curva de Sachsenring, le hizo perder opciones.

Una ruptura que sin duda dolió mucho a Puig, su descubridor, el que había apostado todo por él. Se veía fuera del círculo de Pedrosa por decisión del piloto, aunque ambos fueron cordiales en su separación dedicándose públicamente buenas palabras. Puig pasó a desempeñar un nuevo rol como supervisor de varias actividades de HRC, que incluyó la Asia Talent Cup. Durante años, Dani Pedrosa y Marc Márquez formaron un tándem increíble, la combinación perfecta.

De todos es sabido la calidad técnica de Dani para poner la moto a punto, su increíble sensibilidad para saber evolucionar una moto, para saber lo que funciona. Con su limitado físico, tiene que estar todo en su sitio o no va rápido, algo que le ha hecho desarrollar esa enorme capacidad. De ese talento se beneficiaba una “bestia parda” del pilotaje como Marc Márquez.

Marc es capaz de ir al límite hasta con un carro de polos y se hizo con 5 Mundiales con Pedrosa a su lado: 2013, 2014, 2016, 2017 y 2018. Un 2018 que empezaba la temporada con una noticia bomba en HRC; Puig era nombrado Team Manager del Repsol Honda sustituyendo a Livio Suppo, por lo que volvería a ser el jefe de Dani Pedrosa.

Si algo funciona, ¿Por qué cambiarlo? Pues Puig tuvo muy claro desde el principio que Dani Pedrosa debía salir de Honda, justo del sitio que le consiguió hace más de una década. Primero habló con Zarco como compañero de Marc Márquez para 2019, luego parecía que sería Joan Mir, para acabar siendo Jorge Lorenzo el que finalmente llegase.

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Pedrosa se vio condenado a una Yamaha satélite de Petronas que finalmente no aceptó. Cansado de lesiones y de otras cuestiones personales que le tenían quemado tanto, decidió retirarse como nos contó a todos en una rueda de prensa excepcional en Sachsenring 2018. Puig había decidido romper la pareja perfecta Pedrosa/Márquez, para apostar por otro piloto, tampoco malo a priori, Jorge Lorenzo.

Entonces Honda hizo una oferta a Dani Pedrosa como piloto probador, pero tanto en lo económico como en las formas, parecía más como una obligación derivada del honor japonés de fidelidad, que por que creyeran en él. Pedrosa lo contaría un año después: “KTM me ofreció un buen proyecto y toda su confianza, mientras que el presidente de HRC, Yoshishige Nomura, me dijo que él no creía que con mi físico fuese a aportar la dirección que iban a necesitar los pilotos actuales del equipo, Márquez y Lorenzo, físicamente más grandes que yo. Consideraban que para esa función Stefan Bradl estaba más en su línea”

Y así fue como irónicamente el gran descubridor de Pedrosa, fue quien le hizo decir adiós a las carreras. Lo que no sabía en ese momento es que el famoso Karma se volvería contra Honda. Dilapidaron el proyecto ganador, dejando todo en manos exclusivamente de una persona, de Marc Márquez. Por muy bueno que sea (que lo es) es un enorme riesgo poner todos los huevos en la misma cesta.

En 2019 el de Cervera arrasó por su enorme talento sobre una moto que sólo Casey Stoner podría haber pilotado como él. En 2020 se lesionó en Jerez y sacó a la luz lo que había estado tapando con su extraordinario pilotaje, que Honda había perdido el rumbo en lo técnico a niveles alarmantes, ahondando aún más con la nueva carcasa trasera de Michelin que se estrenó entonces. Y así HRC ha vivido la peor crisis de su historia.

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Mientras tanto, Dani Pedrosa es feliz en un apasionante proyecto dentro de KTM, donde la marca austríaca lo tiene en un pedestal con ambición de llegar a lo más alto en MotoGP. Con el respeto propio que merece una leyenda así, como piloto y como persona, con unos valores tan humildes y sencillos. Se ha recuperado físicamente y este fin de semana ha venido a Jerez con la ilusión de hacer algo grande. Está haciéndonos soñar a todos los aficionados, mientras que Honda, pese a que ganó en Austin, sigue dentro de una pesadilla.

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