Julià Márquez ha vivido de cerca el noveno título de Marc.
Julià Márquez se ha convertido en los últimos años en uno de los rostros habituales en el paddock de MotoGP; y, sobre todo esta temporada, en uno de los más habituales del parque cerrado. El padre de los hermanos Márquez alterna entre el box de Gresini y el del Lenovo Ducati, siempre cerca de sus hijos pero manteniéndose alejado del protagonismo. Este domingo, Julià celebró junto a Marc Márquez su noveno título de Campeón del Mundo, el que pone fin a cinco años en los que el piloto tocó fondo para volver a levantarse. Esta temporada, además, la felicidad es doble; porque Alex va camino de convertirse en subcampeón de MotoGP.
Durante la celebración del título de Marc, Julià reconocía a los micrófonos de DAZN que, aunque están “acostumbrados” a ganar títulos, el de esta temporada es diferente. «Marc y por suerte Alex también nos han acostumbrado [a ganar mundiales], pero hoy era muy especial», contaba.
Julià hablaba del recorrido del mayor de los Márquez para volver a ganar tras su lesión en Jerez en 2020. «Ha sido un camino largo, con muchas piedras. Marc lo ha superado, porque más que nada es él. Con mucha voluntad, mucho esfuerzo, mucho trabajo, y lo ha superado. Hemos ayudado lo que hemos podido. Pero si él no pone todo su cien por cien no sé si habría llegado. Pero sabéis cómo es él, que va siempre al cien por cien», afirmaba.
El entorno, no obstante, también ha sido importante en la recuperación del piloto. «Siempre hemos estado a su lado. No intentamos molestar, no sé si lo digo bien. Pero él sabe que siempre que necesita una llamada, él siempre nos tiene ahí a su lado. Para todo, sea lo que sea. Él lo sabía, hemos ayudado lo que hemos podido, y ha ido bien», ha contado.
«Marc me dijo: ‘papá, no me queda cuerda…'»
«Hubo algún momento malo o un momento bueno. Recuerdo una llamada, creo que fue en Silverstone. Me dijo: ‘papá, no me queda cuerda’. Digo ‘si a ti no te queda cuerda, a los demás…’. Si a él no le quedaba cuerda, los demás no tenían. Porque es increíble lo que tiene. Es muy fuerte», recordaba.
Pol Espargaró, en su papel como comentarista, apuntaba además que, al preguntarle a Marc sobre quién es la persona que más le ha ayudado, respondía sin dudar que su hermano Alex. «Hermano, mejor amigo. Continúan conviviendo juntos. Es que es carne y uña. Yo le he dicho siempre: a mí me pegarás, a uno de ellos no lo tocarás. El otro te morderá. Es increíble el feeling que hay entre ellos dos. Y él lo ha tenido siempre a su lado. Ha sido un apoyo y un respaldo muy, muy, muy grande», aseguraba Julià.
En esta relación, también han tenido mucho mérito tanto él como Roser, madre de los pilotos. «Los padres, padres, madres, lo hemos hecho lo mejor que hemos sabido. Pero yo a veces pienso, ‘ostras, esto lo podría haber mejorado’. Ves tus propios fallos. O sea que sí, hemos intentado hacer lo mejor como padres«, finalizaba.
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