Paolo Simoncelli ha concedido una entrevista a Manuel Pecino en la que se han centrado en Marco
Marco Simoncelli es a día de hoy una leyenda de MotoGP. Ese fatídico 23 de octubre de 2011 en Malasia que cambió el rumbo de un piloto que estaba dispuesto a ser campeón del Mundo. Cuestión de segundos cambiaron su destino y el de todos los que le rodeaban. Su padre, Paolo, se siente orgulloso de todo lo que ha logrado, y para nada se arrepiente de cómo sucedieron las cosas. Así lo contaba en esta entrevista a nuestro colaborador Manuel Pecino:
¿Cuáles eran las características de Marco Simoncelli? “Era un chico muy educado. Siempre leal, sincero… él era tranquilo. Te cuento un episodio de la primera vez que fue a la escuela: vino un día y me llamó la profesora, diciendo que Marco golpeó a un chico. Fui a ver qué había pasado, y parece que un niño se estaba burlando de otro, y Marco lo defendió y le dio un puñetazo. Le pregunté qué hizo y me dijo que solamente lo defendió. Marco era un niño espléndido. Una vez escribió en el diario de la escuela “un día me convertiré en campeón del Mundo” y lo firmó.”
¿Y las características como piloto? “Esas cosas se forman de pequeño. Marco pesaba más y era más alto que el resto de niños, por lo que tuvo que ganar mucho en las curvas y no tanto en las rectas. Dovizioso, por ejemplo, era muy rápido en las rectas porque pesaba 15kg menos. Marco tenía mucha facilidad adelantando. Él era agresivo pero no era incorrecto. Él era agresivo corriendo porque tenía que ser así. A Marco le afectaban las críticas. Él llegó incluso a estar amenazado de muerte por españoles. Llegó una carta a casa, a Barcelona, después del accidente donde cayó con Pedrosa. Le dijeron que lo iban a matar en la línea de salida del domingo. Fuimos a la policía, y cuando llegamos el miércoles al circuito había dos Mossos d’esquadra. Estuvieron con nosotros y el domingo nos subieron al avión. Marco lo lamentaba, pero ese día hizo la ‘pole position’”
¿Has notado a la comunidad motera detrás tuya tras el accidente? “Mira… fue algo tan rápido, él murió instantáneamente, sí. La autopsia dijo que tenía la segunda vértebra del cuello rota y dijeron que se apagó la luz al instante… Yo estuve allí, ayudé a cargarlo en la ambulancia, fue un día verdaderamente difícil. Pero yo sentí que pasó algo extraordinario, ¿por qué? En las clínicas allí en Malasia hay un cristal en el que ves todo lo que hacen, y yo estaba allí. En cierto punto entendí que ya no quedaba nada. Pedí entrar y me dejaron, le tomé la mano y me senté a su lado mientras continuaban los médicos. Luego llegamos a Roma, y por la mañana había casi mil personas”
“El primer abrazo que tuve en Sepang fue de Pedrosa, fue algo muy lindo. Yo estuve como un año, o un año y medio sin ver las carreras. Pero tengo un recuerdo bellísimo, tanto personal como deportivo de Marco. Mi esposa y yo, ninguno tenemos ningún arrepentimiento ni culpa, porque él era feliz corriendo. Es decir, Marco cuando murió era feliz, punto. Así que esa es nuestra fuerza. Marco se ha convertido en una leyenda. Él nos hubiera hecho divertir, seguro”
¿Tiene caducidad tu estancia en MotoGP? “Mientras esté bien, no. Yo soy mayor, tengo 73 años. Pero mientras mi salud me lo permita, seguiré. Esto me ayuda a estar bien”
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