El director deportivo de MotoGP analiza el cierre de la primera temporada bajo el gigante estadounidense y desgrana el presente y futuro del campeonato, marcado por un crecimiento orgánico y un interés inversor «abrumador».
Cierra MotoGP su primer curso bajo el paraguas de Liberty Media y el balance, según el director deportivo del campeonato, Carlos Ezpeleta, no puede ser más positivo. En una charla con Motorsport.com, el máximo responsable deportivo desvela que el nuevo propietario está plenamente satisfecho con su adquisición, mientras el certamen navega una era de crecimiento sólido, ambición medida y un atractivo inversor que no deja de crecer.
«Fuimos muy honestos con Liberty acerca del campeonato que gestionamos»
“Liberty está súper contenta con lo que ha comprado”, afirma Ezpeleta con rotundidad cuando se le pregunta si la realidad del Mundial ha cumplido con las expectativas del gigante norteamericano. El directivo asegura que la transparencia fue clave desde el primer día: “Desde el principio fuimos muy honestos con ellos acerca del campeonato que gestionamos”. Este entendimiento marca el camino de una colaboración que busca potenciar las fortalezas propias de MotoGP, sin caer en la tentación de imitar otros éxitos.
Y es que, para Ezpeleta, la comparación constante con el fenómeno de la Fórmula 1 puede llegar a ser un arma de doble filo. “Absolutamente. De entrada, somos dos animales muy distintos”, señala. Reconoce el caso único de la F1, especialmente en su explosión en Estados Unidos, y aboga por una gestión prudente de las expectativas. “Nuestra realidad la tenemos clara. Siempre hemos dicho que hay que manejar las expectativas, porque el caso de la F1 es único”, explica, subrayando que la visión estratégica con Liberty es común, pero ajustada a los “timings” y la esencia de las motos.
El horizonte inmediato pasa por cerrar el nuevo acuerdo de vinculación con los equipos, unas negociaciones que Ezpeleta sitúa en su fase final y sobre las que se muestra “muy optimista”. En este sentido, el directivo defiende el valor «estratosférico» que MotoGP aporta a los fabricantes, aunque reconoce que los recursos se focalizan más en la pista que en atraer nuevos aficionados. “No se puede invertir lo mismo y esperar obtener más”, apunta sobre la necesidad de un mayor esfuerzo en marketing.
«Recibimos llamadas cada semana de personas o fondos nuevos interesados en invertir en MotoGP»
Un termómetro clave de la salud del deporte es el interés de los inversores. Y ahí, los datos son contundentes. “El interés sigue siendo abrumador”, revela Ezpeleta. “Y cuando lo califico así es porque recibimos llamadas cada semana de personas o fondos nuevos interesados en invertir en MotoGP”. Esta efervescencia también alcanza a los circuitos, con ofertas mensuales para albergar carreras, especialmente desde mercados de Asia, Oriente Medio y Sudamérica. “Con 14 carreras en Europa y ocho fuera, está claro dónde se encuentra el mayor margen de expansión”, advierte, anticipando complejas decisiones logísticas en el futuro.
Respecto a la estructura interna, Ezpeleta desmiente cualquier reubicación inmediata de las sedes de Dorna en Madrid y Barcelona, aunque explora la posibilidad de oficinas adicionales para atraer talento global. Sobre la reciente salida del responsable comercial Dan Rosomondo, la atribuye a motivos personales y la ve como una oportunidad para reevaluar la estrategia comercial en esta nueva etapa con Liberty.
Al fondo de todo, sigue la figura de Carmelo Ezpeleta, quien cumplirá 80 años en julio. Su hijo desvela que el histórico CEO, aún activo en relaciones institucionales, está “muy contento” y con muchas ganas en esta nueva fase. “Entre todos intentamos que frene un poco”, bromea, “pero tiene muchas ganas y esta nueva etapa le apetece muchísimo”. La sensación general es la de un deporte en un momento dulce, consciente de su potencial y con la ambición de crecer, pero sin perder nunca de vista su propia identidad.
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