Lecciones de vida junto a Valentino Rossi y la revolución técnica del motociclismo.
El mundo del motociclismo está lleno de historias fascinantes, y pocas son tan ricas como las vividas por Matteo Flamigni, quien trabajó estrechamente con Valentino Rossi como telemetrista y parte esencial del equipo técnico. En un episodio del canal de YouTube Mig Babol, Flamigni compartió momentos clave de su carrera, anécdotas inolvidables y las lecciones aprendidas en más de dos décadas dedicadas a las motos.
Carácter serio de Jeremy Burgess
Uno de los momentos destacados del relato de Flamigni fue su aprendizaje de Jeremy Burgess. “Hablar con él, con su acento australiano, era un desafío en sí mismo”, bromeó Matteo. Durante largas sesiones de prueba, Burgess le indicaba cómo mejorar en tiempo real, un método que Flamigni describió como duro pero formativo. A pesar de las diferencias culturales y de estilo, Flamigni aprendió la importancia de la precisión técnica y de priorizar calidad sobre cantidad en las modificaciones. “Burgess era demasiado serio. En 2008, cuando ganamos el mundial en Australia, estaban más contentos en la mesa de al lado, donde estaba Stoner que había ganado la carrera, que nosotros”, recordó Matteo, destacando el carácter serio australiano.
La influencia de Valentino Rossi
La colaboración de Flamigni con Valentino Rossi marcó un antes y un después. Flamigni destaca no solo el talento del piloto, sino también su ética de trabajo y su enfoque meticuloso. “Valentino me enseñó a vivir las carreras con pasión, dedicación y atención al detalle. Si soy un maniaco de las motos es gracias a él”, explicó. Recordó cómo Rossi mantenía la motivación incluso en los momentos difíciles, como en los últimos años de su carrera. “En Valencia 2021, después de su última carrera, me dijo que necesitábamos más agarre trasero. Eso lo define: siempre buscando mejorar”.
Rossi no solo inspiró a Flamigni a dar el 200%, sino que también impulsó al equipo a evolucionar técnicamente. Flamigni destacó cómo las pruebas en Malasia y Australia anticiparon grandes éxitos, y cómo Rossi siempre buscaba perfeccionar cada detalle para garantizar que las motos fueran competitivas. En el año 2003, los rumores sobre la llegada de Valentino Rossi a Yamaha comenzaban a sonar con fuerza, pero fue en el circuito de Phillip Island, Australia, donde Matteo Flamigni recibió la confirmación definitiva. Davide Brivio, entonces manager del equipo, lo apartó durante una tarde fría y le dio la noticia que cambiaría su vida profesional: “El año que viene serás el telemetrista de Valentino Rossi”. Según Flamigni, la emoción fue tan grande que incluso se le quitó el frío, consciente de que tendría la oportunidad de trabajar junto a un campeón y formar parte de una nueva etapa histórica en el motociclismo.
La revolución técnica
Flamigni también ofreció un recorrido técnico fascinante sobre cómo evolucionaron las motos. Con la transición de los motores de dos tiempos a cuatro tiempos, llegaron avances como las mapeos personalizados curva por curva y el uso de plataformas inerciales, capaces de medir parámetros como el ángulo de inclinación. “El piloto podía abrir el gas al máximo en plena inclinación, y la moto respondía de manera precisa. Fue un cambio revolucionario”, detalló.
Anécdotas inolvidables
Entre las historias más curiosas, Matteo recordó un viaje a Brasil en 1998 para realizar pruebas en el circuito de Jacarepaguá junto con su piloto Alex Barros. “Cuando llegamos, la pista no estaba lista, pasamos días esperando mientras asfaltaban. Al final, las pruebas fueron poco útiles, pero al menos disfrutamos de unas vacaciones en Río de Janeiro”. Este tipo de experiencias, aunque frustrantes, se convierten en anécdotas que enriquecen la vida de cualquier profesional.
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