
Vuelta al pasado con el título mundial entre Freddie Spencer y Kenny Roberts tras el Gran Premio de Suecia y penúltimo de la temporada, en Anderstorps 1983.
Nos remontamos allá en 1983, cuando Freddie Spencer y Kenny Roberts se jugaban en título a todo en la categoría de 500cc. Ambas figuras destacaron de manera sobresaliente a lo largo de esa temporada. Desde un inicio en el que Spencer, de la mano de Honda, consiguió vencer al resto durante cinco ocasiones y tres consecutivas, permitiéndole aventajarse de manera considerable.
Por otro lado, desde la fábrica de Yamaha fue Kenny Roberts quien le había arrebatado la victoria otras tantas veces al de Luisiana. A su vez, tres consecutivas, Assen, Spa y Silverstone. Pero sin duda, la carrera disputada en el trazado de Anderstorp, Suecia, fue una de las más importantes y más reñidas para el campeonato en cuestión de puntos y con vistas en el final de la temporada. «Sabía lo importante que era esta carrera porque en las anteriores había reducido la diferencia de puntos«, asevera Spencer rememorando aquellos tiempos en unas declaraciones recogidas por Motorsport-Total.
Tan sólo quedaban el Gran Premio de Suecia, y el Gran Premio de San Marino para poner punto y final a la temporada de 1983. Y lo más importante, el título todavía por resolver. Así fue como Kenny Roberts no dudó en intentar subir por cuarta vez consecutiva a lo más alto del podio. Sin embargo, Spencer no le pondría las cosas fáciles. «Sabía que si ganaba esta carrera, el segundo puesto me bastaría en la última carrera«.
La tensión se mantuvo durante toda la carrera, de 31 vueltas, pero a falta de cinco la presión asomó a las espaldas de Roberts. Como apuntan desde el medio alemán, Spencer no dudó en mostrarle la rueda delantera en la recta de atrás del circuito. Así fue como la emoción del final se hizo patente, ambos fueron a por todas y repasaron las curvas a lo mejor posible con un mismo objetivo, la victoria y el título mundial.

Penúltima curva del trazado sueco, a derechas. «No pude pasarle, pero pude ver cuando puso la palanca de freno. Ambos habíamos frenado mucho más tarde que en las vueltas anteriores«, confiesa el tres veces campeón del mundo. Como es normal, ambos no podían salir victoriosos de la carrera y la última curva fue decisiva. Kenny Roberts se encontraba en el exterior, y sin tocarse (según Spencer), «cuando volvió a pisar el gas se metió en la tierra. Así que llegué y gané la carrera«. La diferencia no fue muy amplia (0,160 segundos), pero suficiente como para el campeonato pudiera tener una mayor inclinación por Spencer, todavía sin decidir y con cinco puntos de ventaja.
Así fue como llegaron a la última carrera de la temporada, en el Autodromo Enzo e Dino Ferrari, Ímola. Como ya apuntaba el propio Spencer, la segunda posición en carrera era suficiente para coronarse como campeón del mundo. En esta ocasión, aunque al encenderse el semáforo fue él mismo quien encabezó los primeros compases, Kenny Roberts le arrebató la victoria. En cambio, Spencer fue capaz de finalizar la carrera en segundo lugar, y se proclamó como firme campeón del mundo.
Ambos pilotos habían sido los principales protagonistas de la temporada, con un gran número de victorias en sus bolsillos. Pero sin duda, Freddie Spencer había sido quien había conseguido el éxito del año en la categoría de 500cc. Kenny Roberts solo pudo conformarse con el subcampeonato por el final de carrera del Gran Premio de Suecia, a pesar de llevar consigo otros tres campeonatos en años previos. Según el propio Spencer, quien pensó en todo momento ser un incidente de carrera, «Kenny estuvo enfadado conmigo durante 29 años desde ese día«.
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