Sete Gibernau hace balance sobre la temporada de 2020 de MotoGP, mientras analiza la situación de Mir y Márquez en 2021. Por último, rememora su época como compañero de equipo de Valentino Rossi.
Antes de arrancar la temporada de 2021 de MotoGP, Sete Gibernau ha querido hacer una previa sobre la próxima temporada teniendo en cuenta todo lo que pasó en 2020 centrándose en el título de Joan Mir en MotoGP, la ausencia de Marc Márquez por lesión y la nueva situación a la que tuvieron y, tendrán, que enfrentarse los pilotos debido al Covid. Además, debido a su amplia carrera deportiva, Sete Gibernau ha rememorado junto a La Gazzeta algunos episodios como cuando compartió box con Valentino Rossi, o la importancia de tener un equilibrio mental durante la temporada para poder rendir al máximo nivel.
La situación de MotoGP en 2020 y 2021. Sete Gibernau: “La temporada pasada fue particular. Hubo el problema de Covid que afectó un poco a todos. Era una situación nueva y luego llegó la lesión de Marc Márquez. Todo el mundo reaccionó de manera diferente a ese episodio porque no había un verdadero líder. Parecía que nadie quería ganar el campeonato (risas). Todos debían pensar que podían hacerlo. Márquez transmitió la presión a los demás pilotos. Mucha gente dice que no lo siente, pero eso no es cierto: la ausencia de Marc lo demostró. Los pilotos que teóricamente deberían haber ganado, como Viñales, Quartararo y Dovizioso, no lo consiguieron. Significa que la presión estaba allí”.
La defensa de Joan Mir sobre el título de MotoGP. Gibernau: “En este caso todo dependerá del estado de Márquez, también porque, de momento, siempre ha sido dueño de su propio destino. Vamos a ver si vuelve físicamente a la cima y cómo gestiona también el aspecto psicológico. El aspecto mental será decisivo para él. Como resultado, los otros corredores se adaptarán. No sé qué pasará por la cabeza de Mir: puede que acepte que no tiene ninguna presión sobre él o puede que se esfuerce aún más para demostrar que puede vencer a Marc. Sin duda, conducir con pensamientos es muy diferente a conducir en una situación de calma. A veces, pensar demasiado puede jugarte una mala pasada”.
Los pensamientos condicionan el rendimiento de un piloto. Gibernau: “Hice algunas cosas muy bien y tomé decisiones que no repetiría hoy. Era muy feliz conduciendo motos. Luego llegué a un punto en el que si no ganaba, no era feliz. Cuando me di cuenta, pensé: ‘Ahora ya no me divierto’. De hecho, en 2006, aunque aún me quedaba un año de contrato, decidí dejarlo. Me había olvidado de que estaba ganando porque era feliz”.
El detonante para una retirada. Gibernau: “La jubilación fue una consecuencia de los pensamientos en los que me vi envuelto. Pensando en negativo, incluso los resultados se vuelven así. Afortunadamente, recuperé mi positividad y volví a competir. Creo que también he vuelto a encontrar algo de suerte. Muchas veces no entendemos que nuestra suerte puede depender de nosotros”.
Ser el compañero de Valentino Rossi. Gibernau: “Cada uno tiene su propia manera de dar lo mejor de sí mismo. Rossi tiene su propia manera de gestionar su carrera y se toma algunos episodios muy a pecho. Somos diferentes, pero siempre repetiré que para mí fue un honor y un placer luchar contra el mejor Valentino. Fue hermoso, lo respeto mucho”.
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